El regreso tan anhelado
El color morado marca los atuendos de los cubanos cada 17 de diciembre. Y es que es una forma de rendir honor a San Lázaro, un santo el cual posee un número importante de devotos en Cuba.
Leer másEl color morado marca los atuendos de los cubanos cada 17 de diciembre. Y es que es una forma de rendir honor a San Lázaro, un santo el cual posee un número importante de devotos en Cuba.
Leer másHan pasado ya 46 años del primer congreso de los militantes comunistas cubanos. Años que han servido para nutrirnos de experiencias, para rectificar en lo mal hecho y dirigirnos hacia el perfeccionamiento de nuestra sociedad.
Leer más«El pueblo más feliz es el que tenga mejor educado a sus hijos, en la instrucción del pensamiento, y en la dirección de los sentimientos. Un pueblo instruido ama al trabajo y sabe sacar provecho de él. Un pueblo virtuoso vivirá más feliz y más rico que otro lleno de vicios y se defenderá mejor de otro ataque». Así expresó nuestro apóstol José Martí.
Leer másPudiera decirse que San Antonio de los Baños tiene mucho que ofrecer si de arte se trata.
Leer másSiempre relacionamos el alba a un nuevo amanecer, a una nueva esperanza, a un renacer… y precisamente eso significa la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA).
Leer más«Se habla con frecuencia de los derechos humanos, pero hay que hablar también de los derechos de la humanidad.» (…)
Leer másEl genocidio es uno de los crímenes más graves según el derecho internacional. Este término fue acuñado en 1943 por el abogado judío polaco Raphael Lemki y apareció definido por primera vez en el Convenio para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio, que la Asamblea General de la ONU aprobó en 1948.
Leer másArtemisa siempre recuerda a sus mártires. Artemisa siempre rinde tributo a sus mejores hijos, esos que no miraron de qué lado se vivía mejor, sino que se inclinaron por la justicia, y el bienestar de todos.
Leer másAntonio Maceo se convirtió en una especie de leyenda entre los mambises cubanos y el ejército español. Los nuestros lo veían como un ídolo, como si su fuerza y su coraje no fueran de este mundo. Los nuestros veían en Maceo un excepcional jefe militar y un excepcional brazo para levantar el machete.
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