Antonio Maceo: hombre de grandes hazañas

Los enemigos veían en Maceo al hombre que lideraba un ejército de hombres, prácticamente sin armas, pero dispuestos a conquistar la libertad, veían en Maceo al hombre sin miedo, al hombre que no aceptó la paz sin independencia.

“En el momento en que aquella lucha de diez años iba a terminar, surge aquella figura, surge el espíritu y la conciencia revolucionaria radicalizada, simbolizada en ese instante en la persona de Antonio Maceo”, destacó Fidel Castro sobre nuestro “Titán de Bronce”.

El 7 de diciembre de 1896 cayó en combate, junto con su ayudante Panchito Gómez Toro en San Pedro, Bauta. Moría a causa de las balas españolas el hombre que no claudicó, que no se rindió nunca.

Firme es su pensamiento y armonioso, como las líneas de su cráneo. Su palabra es sedosa, como la de la energía constante y de una elegancia artística que le viene de su esmerado ajuste, y de idea cauta y sobria”. Así lo describió el Apóstol José Martí.

Los hombres al mando de Antonio  Maceo no permitieron que el ejército español se apoderara de su cuerpo. El coronel Juan Delgado  dijo: “El que sea cubano, el que sea patriota, el que tenga vergüenza, que me siga”. Y así fue como  19 hombres, desafiando las balas, sin conocer el terreno donde iban a operar, ni el tamaño de las fuerzas que deberían enfrentar, en una carga antológica, marcharon machete en alto al rescate de su general.

Gloria a ellos, que no permitieron  que el cuerpo del Titán de Bronce se convirtiera en un trofeo.

Hoy se cumplen 125 años de la caída en combate de Antonio Maceo, hoy Cuba entera rememora sus hazañas. Hoy nos hacemos eco de aquellas palabras que pronunció Fidel en la Plaza de la Revolución Mayor General Antonio Maceo Grajales, el 14 de octubre de 1991 “¡Gracias Maceo porque nos diste esta oportunidad! No­sotros todos, pigmeos al lado tuyo; nosotros todos que crecimos escuchando y honrando tu nombre. ¡Gracias a ti, gracias a tu ejemplo, gracias al pueblo que tú y los que como tú forjaron!”.