El Vizcaíno logra eficiencia en cada jornada +(Fotos)
Aunque el taller El Vizcaíno en Candelaria pasó de unidad empresarial de base a ser una brigada de la UEB Carlos Rodríguez Careaga, debido a la disminución de trabajadores en su plantilla, mantiene el rigor en la producción y el cumplimiento de los planes e indicadores como parte de la Empresa de Tabaco Torcido Artemisa.
De un plan de 20 070 unidades de tabaco para el consumo interno del país, ya tienen listas 26 000 para vender este año, asegura el director del centro Elieser Fernández González, quien agregó: “Nosotros tenemos torcedores dedicados a la producción para el consumo nacional, ellos tienen una norma de 225 tabacos diarios y hacen alrededor de 900 en el día buscando el sobrecumplimiento, están haciendo 900 y hasta mil tabacos en cada jornada y eso nos impulsa a lograr cifras muy superiores al plan”.
El joven director refiere no quedar de brazos cruzados ante disminución de la fuerza de trabajo, agradece la eficiencia de su colectivo, pero sabe la importancia de atrer más personal: “Pese a tener incompleta la plantilla de torcedores y a la acumulación de certificados médicos debido a problemas de salud, logramos cumplir, sin embargo necesitamos que vengan y se nos unan más personas, por eso tenemos el curso activado, hay cinco muchachos preparándose, hay que insitir hasta llenar la plantilla”.
La disponibilidad de materia prima no es un problema para esta brigada, el suministro es estable en el área de despacho desde la UEB, se procesa rápido para que los torcedores trabajen con las diferentes capas en cada surtido, en estos momentos hacen tabaco figurado y tabaco de exportación.
En este taller se encuentran jóvenes como Yariel Ramírez Gavilán, un ganador de competencias de la marca Habano, ahora mismo realiza una de las más rigurosas vitolas que se hacen en la fábrica. “Las habilidades las he ido adquiriendo a través del tiempo, llevo más de 8 años trabajando en la empresa de tabaco Habano S.A. Tengo 34 años y en el 2016 exactamente me interesó el arte de confeccionar tabaco, tenía amigos que eran torcedores y dije: vamos a aprender y echarle ganas. Este es un arte, he ido a diferentes competencias y ganado varios premios. En estos momentos estoy haciendo el robusto de Cohíba, el rango más alto de la octava categoría. He hecho séptima, novena; un torcedor se gradúa con séptima, la vitola Mareva y ahí vas ascendiendo según tu rango, según las decisiones de los técnicos que evalúan tu calidad”.
El área de terminado tiene un equipo pequeño de trabajadores, es en ella donde se le da el acabado al tabaco, se escoge, se filetea se anilla, se embala, ya después sale a la venta y a la exportación. Aquí también pasea la eficiencia, se hace tangible en la destreza de gente como Idamys Calderón Alonso, la anilladora, quien precesa ella sola todo el tabaco a anillar diariemente en el Vizcaíno.
–¿Cómo es posible cumplir usted sola todo el plan del día, de la semana, del mes?
“Con normas, cumpliendo y sobrecumpliendo, son alrededor de tres mil y hasta cuatro mil unidades diarias, claro, he tenido alumnas para enseñar y ahora pienso preparar a otra más, así cuando yo no esté pueden hacer este trabajo. Pero mientras tenga salud y fuerza yo estoy dispuesta a hacer lo que hago y también soy catadora. A mí me gusta lo que hacemos aquí, es una herencia además, mi mamá era despalilladora. Y otro motivo para seguir es el salario porque es bueno, ha mejorado con el tiempo, mi básico es de 2660 pero llego a cobrar hasta 14 mil pesos, por los resultados”
Por el propósito de ser eficientes y eficaces, también se trazan estrategias de acuerdo a las situaciones que se presentan, porque aunque el suministro de la materia prima es estable, en ocasiones se retrasa el abastecimiento de los elementos de etiquetado y embalaje o hay afectaciones por la situación energética. Ante este tipo de percances u otras circunstancias poco favorables, toman alternativas
“El horario está establecido de 7 y media de la mañana a 5 de la tarde, pero tomamos la decisión, con el déficit de energía eléctrica que hemos tenido, de abrir la fábrica a las 6 de la mañana, hasta las 6 de la tarde, los trabajadores están de acuerdo porque el sobrecumplimiento se paga bien. Así vemos más productividad y le mejoramos el sistema de trabajo a ellos respecto a los apagones y se ve la calidad en el tabaco”, apuntó Elieser Fernández González, director de la entidad.