Covid-19 en EE.UU.: señales de alarma en varios estados

Nueva York provoca las mayores alarmas, debido a la gran dimensión del brote en ese estado, donde hasta la tarde de ayer había unos 92 mil 300 contagiados y más de dos mil 400 decesos, pero ciudades del sur y el Medio Oeste corren el peligro de convertirse en áreas muy impactadas, al registrar un rápido aumento de los casos.


En una entrevista concedida esta semana a la cadena de televisión CNBC, Scott Gottlieb, excomisionado de la Administración de Alimentos y Medicamentos, manifestó que Florida y Texas podrían dejar a la nación con más muertes si no toman medidas más duras ante la pandemia.


Según el experto, Estados Unidos aún puede aplanar la curva de propagación y evitar la cifra de 100 mil a 240 mil fallecimientos que funcionarios de la Casa Blanca advirtieron que podrían ocurrir debido a la enfermedad Covid-19, causada por el coronavirus.


Pero Gottlieb, quien fue comisionado de la FDA en la administración de Donald Trump, de 2017 a 2019, consideró que esos dos estados no habían realizado acciones realmente fuertes y que ‘si no se vuelven más agresivos podríamos estar al borde de algunos malos resultados’.


A nivel internacional y en diferentes lugares de Estados Unidos se combate el nuevo coronavirus mediante la implementación de medidas tales como distanciamiento social, restricciones de viaje, cierre de escuelas y de negocios no esenciales, y órdenes de permanecer en casa.


Sin embargo, en esta nación ha quedado en manos de gobernadores y otras autoridades estatales determinar la respuesta de cada territorio a la pandemia, y por eso se registran diferencias de un lugar a otro.


En California, por ejemplo, el gobernador demócrata, Gavin Newsom, emitió una orden general de permanecer en el hogar el 19 de marzo; pero el de Texas, el republicano Greg Abbott, adoptó un enfoque mucho más lento y solo el 31 de ese mes llamó a cerrar todos los negocios no esenciales.


A su vez, el gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, recibió críticas por su lenta promoción del distanciamiento social, al evitar cerrar playas a pesar de las multitudes, retrasar la paralización de negocios y negarse por mucho tiempo a emitir una orden de permanecer en el hogar.


Esta última medida solo la adoptó el 1 de abril, a pesar de ser Florida el tercer estado más poblado del país y el que tiene una de las poblaciones más envejecidas, y de que los estudios indican que los adultos mayores de 60 años son un grupo de riesgo en medio de la pandemia.


De acuerdo con Gottlieb, ambos lugares tienen grandes áreas urbanas con poblaciones densas, y Florida, donde hasta este jueves había más de ocho mil contagiados y se reportaban 128 muertes, está particularmente en peligro de una gran epidemia.


Por su parte, John Brownstein, epidemiólogo del Hospital Infantil de Boston, dijo a la cadena televisiva ABC News que cree que Texas será un punto crítico. ‘Ya podemos ver que los casos empiezan a aumentar, es el comienzo de un incremento exponencial’.


Hasta ayer ese territorio reportaba unos cuatro mil 600 infectados y 70 fallecimientos, pero los expertos creen que podría haber muchos más casos sin detectar debido a la falta de pruebas.


Abbot emitió una orden ejecutiva el martes en la cual estableció que los residentes debían evitar actividades no esenciales como ir a bares o restaurantes y visitar gimnasios, y luego aclaró que la medida requería que todas las personas se quedaran en casa, excepto por necesidades esenciales.


Pero Brownstein consideró que demorarán semanas en ver el resultado de cualquier intervención de ese tipo que se adopte ahora.


Asimismo, un artículo del medio digital Business Insider advirtió que estados como Luisiana y Georgia han llamado menos la atención por tener menos habitantes, pero poseen áreas con niveles de infección similares a los de la ciudad de Nueva York.


Esta última urbe tiene un recuento confirmado de 51,07 casos de coronavirus por cada 10 mil personas, según el Centro de Ciencia Espacial de Datos de la Universidad de Chicago, mientras el condado de Dougherty, en Georgia, y Nueva Orleans, en Luisiana, presentan tasas de 51,18 y 47,07 por cada 10,000 personas, respectivamente.


Marynia Kolak, subdirectora de informática de salud de la mencionada institución, dijo a Business Insider que está preocupada por la situación en esos y otros estados del sur, donde se registran algunas de las tasas más altas de personas sin seguro médico en el país.


Tomado de PL.