Por más papas y menos quejas

El inicio de marzo es sinónimo de la llegada de la papa a cada hogar artemiseño, lo cual despierta interés tanto dentro como fuera de la provincia, además de crear las habituales incógnitas.

 

Luego de la entrega de dos libras por persona, en la primera vuelta en las bodegas, no sobran los comentarios de acuerdo con la calidad del producto recibido.

 

La gran mayoría de los consumidores, como Isis Amarán, en Güira de Melena, refieren la obtención de un tubérculo pequeño en tamaño, las llamadas titinas y llenas de tierra. Otros como Marta Coto, si bien no comparten ninguna queja por sus dimensiones, sí aluden a que el producto presentaba partes oscuras en el centro y se encontraba húmedo.

 

Además de esas inconformidades, varias interrogantes aquejan a la población sobre la cantidad otorgada por persona. ¿Cuántas libras recibirán? ¿En cuántas vueltas? ¿Cuándo habrá venta liberada de este producto?

 

La siembra del tubérculo inició en noviembre, con unas 700 hectáreas aproximadamente, en San Antonio de los Baños, Alquízar, Güira de Melena y Artemisa, como informó Miguel René Linares, especialista en Viandas del Grupo Empresarial Agropecuario y Forestal.

 

Su recogida comenzó desde febrero, y debe culminar hacia finales de abril, con un buen rendimiento. Los mejores resultados se esperan, obviamente, de las 550 hectáreas de semilla importada.

 

Adalberto Díaz, jefe del Departamento Comercial del GEAF, aclaró las principales dudas. “Pese a que no se planifica por el momento su venta liberada, cada persona obtendrá —a través de la canasta básica— 12 libras de papa durante esta campaña. Se ofertarán en tres ocasiones: dos en febrero, cinco en marzo y las últimas cinco en abril, reveló.

 

“El tamaño del tubérculo distribuido en febrero se debe a su procedencia de semilla nacional y permanencia en los frigoríficos desde la pasada jornada.

 

“A lo largo de la campaña, todos los municipios recibirán la papa regularmente, y se garantizan los encargos sociales con los ministerios de Educación y Salud Pública”.

 

Sin embargo, ante tales condiciones, los usuarios no dejan de preguntarse de dónde proceden esas papas de buen tamaño y calidad que venden algunos individuos por aproximadamente 40 pesos la lata.

 

La continua vigilancia de estas producciones depende únicamente de los directivos al frente de las cooperativas donde se siembra el tubérculo y el trabajo constante de la dirección de inspección y la PNR.

 

A la espera de la próxima vuelta, ya vivida por algunos, los artemiseños aguardan por mejores calidades, y que no se repitan los incidentes de febrero, las colas inacabables y el maltrato por bodegueros que se alteran ante la cantidad de usuarios, para de una vez tener más papas y menos quejas.

 

Tomado de Elartemiseño.