Jarabes, fricciones, lociones… ¿naturalmente perdidos?

Al desconocimiento sobre las propiedades de muchas plantas, habría que agregar la falta de información en las propias farmacias, o de indicaciones en los frascos. “Ignoraba que con la tintura de jengibre podía preparar infusiones para combatir la gripe y levantar las defensas”, declara sorprendido Osvaldo González, un consumidor.

La necesidad obliga a repensar y proyectar incrementos para el futuro. De modo que ya no se le nombre más Centro de Producción Local de Medicamentos, sino como lo que es, el Laboratorio Provincial. Tampoco deberían elaborar en una jornada solo 800 frascos de tintura de guayaba para repartir entre casi 40 farmacias.

Aunque ha sido beneficiado con una inversión en su infraestructura, “necesita ampliar su almacén para elevarlo al rango actual de Laboratorio Provincial, y contar con un área de fregado más grande donde higienizar pomos recuperados”, comenta Zuleiky Chávez Ramos, directora de Técnica y Desarrollo de la Empresa Provincial de Farmacias y Ópticas (EPFOA).

En la medida que mejoren las condiciones de trabajo, “estaremos más cerca de recibir la certificación del Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos, que nos permita comercializar nuestros surtidos con un sello de calidad”.

Baches y contradicciones

Dos semanas atrás hacían jarabes en el Laboratorio, pero “se acabó el azúcar”, refiere Dunia Arteaga Gutiérrez, la jefa de producción. “Tampoco elaboramos fricciones debido a la falta de frascos, y nos golpea la escasez de alcohol”.

Esta materia prima se emplea en la mayoría de las formulaciones. Para colmo, “nos lo hacen llegar en varios momentos del mes porque no hay capacidad de almacenamiento”. Según Yudith Pérez Rodríguez, especialista principal en gestión comercial de la UEB de Medicamentos Mayoristas Artemisa, que distribuye a Farmacias, “el plan de alcohol del territorio lo asumía La Habana; mas, a partir de 2020 firmamos contrato con la UEB Tecnoazúcar de la provincia, lo que facilita el mecanismo de compra.

“El problema es el abastecimiento, insuficiente en medio del despertar de la medicina verde. Farmacias precisa 895.08 hectolitros anuales; ya recuperamos el incumplimiento de los primeros meses, e incluso entregamos en su momento el que no pudo usar, tras el sismo, el hospital Comandante Pinares”.

No obstante, para 2022 demandaron más de 300 hectolitros adicionales, “propuesta que espera por el análisis del Ministerio de Economía y Planificación. Sería muy útil su aprobación, cuando se reclama más alcohol que nunca en soluciones descontaminantes”, señala Pérez Rodríguez.

Asimismo, la directiva reconoce un escollo en la distribución. “No tenemos carro cisterna; lo pedimos a Droguería Habana, que a la par apoya a otros clientes”.

Y en cuanto a un insumo tan solicitado como la miel de abejas, Martha Casanova Cámara, directora comercial de la empresa Apicuba, destacó cómo las bondades naturales en 2021 han permitido respetar y sobrecumplir las diez toneladas contratadas con la provincia para estos 12 meses.

“Tanto Labiofam como la red de farmacias constituyen nuestras prioridades, y cada mes evaluamos de conjunto posibles aumentos en la entrega: a Artemisa le habíamos proporcionado al cierre de agosto 9,93 toneladas de miel, de 5,5 pactadas hasta la fecha.

“Casi llegamos y superamos las 10,3 toneladas previstas hasta diciembre. Los cambios obedecen a la capacidad productiva de Farmacias, pues las abejas nos han acompañado”.

Los enredos de la tierra

En la Finca Provincial de Plantas Medicinales en Alquízar cultivan el 70% de las 36 especies contratadas con la Dirección Provincial de Salud Pública, informó José Ramiro Barreto Reyes, especialista del Grupo Empresarial Agropecuario y Forestal de Artemisa.

“Además, contamos con una finca de una hectárea en cada municipio, a las que se suman otras tres de montaña, de media hectárea, en San Cristóbal, Candelaria y Bahía Honda.“Estas últimas se especializan en la producción de especies sensibles, que no se pueden lograr en el llano debido al clima, lo cual propicia alargar el ciclo productivo de algunas como la manzanilla y la caléndula”.

Según Barreto Reyes, el resto de lo convenido se garantiza a través de la contratación directa con produc-tores independientes, seis dedicados a la plantación de jengibre (San Cristóbal), dos a la pasiflora (Mariel y Artemisa) y uno a la cúrcuma (Alquízar). Lo mismo ocurre en el caso del ajo y la cebolla, con productores especializados de Alquízar y Güira de Melena.

De igual forma, “desde el programa de la agricultura urbana, suburbana y familiar, la provincia dispone de más de 200 patios de plantas medicinales”.

En definitiva, “en 2021 se demandaron 32,5 toneladas de masa seca vegetal. Al cierre de agosto entregamos 21,9 de un plan de 18,3”, lo cual contrasta con las declaraciones de Zuleiky Chávez Ramos, directora de Técnica y Desarrollo de la Empresa Provincial de Farmacias (EPFOA).

Sabemos cuánto queda al margen de las cifras, y el especialista habla de retos: “incrementar áreas de siembra y tecnologías que garanticen mayor producción y calidad, no solo para satisfacer las necesidades del terruño, sino también en aras de exportar.

“Existen plantas que por sus características nece-sitan un tratamiento especial. La existencia de casas de tapado y la ampliación de secadores influirá en las metas; mientras, avanzan al encadenarse con el Cen-tro de Investigación y Desarrollo de Medicamentos (Cidem), donde procesan la hierba que se nos dificulta”.

Alternativa local y mayor encadenamiento

Sobre tropiezos y dificultades, la mayoría de los pro-veedores honra lo pactado, solo que con cantidades escasas todavía. Entonces, ¿qué sucede en realidad que no disponemos de jarabes y otros productos naturales?

Le toca a la EPFOA buscar alternativas y solucio-nes. Entre estas, “se proyectó la apertura de otros cuatro dispensarios en la provincia, que se suman a los 25 ya existentes. Uno de los nuevos debe quedar listo este año en San Cristóbal”, reveló la directora de Técnica y Desarrollo.

A las perspectivas agrega “el encadenamiento con GELMA, al que ya presentaron sus intereses de tanques, cubos, guantes y otros implementos muy esquivos”.

Sara Varona Monzón, directora comercial de la enti-dad, precisó que fortalecen vínculos con la capitalina Labiofam, y a través del Centro de Producción Local en Güira de Melena les venden materia prima, en tanto ellos les comercializarán frascos plásticos nuevos, listos para envasar preparaciones de uso interno”.

De igual forma, “la UEB Plaguicidas, en el municipio cabecera, colabora en la elaboración de gel antibacteriano a gran escala, que vendemos con éxito a varias empresas”.

Consolidar estas y otras variantes resulta un camino inaplazable, que a nuestro juicio ha demorado demasiado, si atendemos a la máxima de que lo natural siempre será mejor. Mantengamos la costumbre de acudir a las plantas, en épocas difíciles o de bonanza, en especial con el ánimo de prevenir. Esa es la mejor medicina, y merecemos una revisión profunda de la conducta de sus hacedores, a fin de tenerla al alcance de la mano.

Tomado de ElArtemiseño.