Ser feliz es posible

Felicidad para los amigos, los familiares, las personas en la calle y el trabajo.

Una felicidad que también nos toca construir; porque no llega sola no abre las puertas y se instala en nuestras vidas; y nos la merecemos si es en el corazón donde comenzamos a buscarla.

Se cierra un ciclo, nace otra etapa y es el momento idóneo para la gratitud, para ese abrazo que no se dio cuando tocaba, para el perdón y la sinceridad sanadores que nos hacen mejores personas.

Tiempo es de hacer la paz y no la guerra por ella. Tiempo de una mirada a nuestro entorno y de trazar los valores con una escala diferente, donde hogar, salud, familia y amor como regalos invaluables sean los primeros en la lista.

Hoy no somos más viejos, somos más maduros. La vida es una clase y hemos aprobado hasta la fecha. En el asunto estaba ser bueno desde el principio; y aunque en las páginas puede haber borrones y tachaduras; llega la hora del recreo, y nos juntamos alrededor de las aspiraciones para año nuevo. Ser feliz es posible, la felicidad existe, y como siempre nos queda de tarea.