Algunos datos sobre el SIDA en tiempos de COVID 19

Este año el lema de la campaña es Pon fin a las desigualdades. Pon fin al sida. Pon fin a las pandemias. Desde finales de los años 90 del siglo XX se han realizado progresos significativos, pero el VIH sigue siendo un importante problema mundial de salud pública.

La Organización Mundial de la Salud rinde homenaje a todo el personal que presta servicios relacionados con el VIH, e insta a los dirigentes y a los ciudadanos a congregarse en pro de la “solidaridad mundial, con el fin de mantener en funcionamiento los servicios esenciales relativos al VIH durante y después de la pandemia de la COVID-19”.

Justo cuando han pasado cuatro décadas desde que se dieron a conocer los primeros casos,  el VIH sigue amenazando al mundo. En 2020, casi 38 millones de personas  vivían con el este virus. Desde el pico alcanzado en 1997, las nuevas infecciones se han reducido en un 52%.  

El 50% de todas las nuevas infecciones en el año 2020 se dieron en mujeres y niñas. Los casos de muertes relacionadas con el SIDA se han reducido en más de un 47%.

Las personas que viven con esta enfermedad sufren cuadros más graves y tienen mayores comorbilidades por COVID-19. Estudios de Inglaterra y Sudáfrica han revelado que el riesgo de morir por COVID-19 entre las personas con VIH era el doble que el de la población general.

El riesgo de contraer el VIH es: 35 veces mayor entre las personas que se inyectan drogas, 34 veces mayor para las mujeres transgénero, 26 veces mayor para los/las trabajadores/as sexuales y 25 veces mayor entre los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres.