Atentos ante cualquier manifestación del TDAH

Correr de un lugar a otro, cambiar de actividad constantemente, formar sus berrinches sin razón son ejemplos de comportamientos que podemos presenciar en la primera infancia de nuestros hijos.

Sin embargo, tenemos que estar pendientes por si estas conductas se vuelven habituales. Tenemos que fijarnos en cada detalle, no podemos cegarnos ante la posibilidad de un trastorno por déficit de atención (TDAH). Tal vez lo que nos parece una malcriadez, es algo más.

Las características principales del TDAH incluyen la falta de atención y el comportamiento hiperactivo-impulsivo. Los niños con TDAH tienen problemas de comportamiento que les impiden vivir una vida normal. Por ejemplo, con frecuencia se les dificulta relacionarse con otros niños; no son capaces de prestar atención lo que conlleva a problemas para su aprendizaje. Otra cuestión que no se debe descuidar es que su naturaleza impulsiva puede ponerlos en peligros físicos reales.

Los especialistas en el tema aseguran que los síntomas comienzan antes de los 12 años y, pueden ser leves, moderados o graves, y pueden continuar hasta la edad adulta. Aunque hay que precisar que no todos los niños con TDAH presentan los mismos síntomas.

Hay muchas opciones de tratamiento que incluyen medicamentos, terapia conductual, asesoramiento y servicios educativos. Estos tratamientos alivian muchos de los síntomas; pero no lo curan. Los especialistas brindan una serie de consejos para que los padres pongan en práctica y así ayudar a los niños con TDAH:

Controle las distracciones: Apague la televisión, limite el ruido y proporcione un espacio de trabajo limpio cuando su hijo esté haciendo la tarea escolar.

Limite las opciones: Ofrezca pocas opciones para elegir de modo que su hijo no se sienta abrumado ni sobrestimulado. Por ejemplo, ofrézcale elegir entre este conjunto de ropa o el otro, esta comida o la otra, o este juguete o el otro.

Sea claro y específico cuando hable con su hijo: Hágale saber que lo está escuchando mediante una descripción de lo que su hijo dijo. Dé indicaciones claras y breves cuando el niño tenga que hacer algo.

Imponga disciplina de forma eficaz: En lugar de alzar la voz o pegarle a su hijo, use tiempo fuera o quítele privilegios como consecuencia de comportamientos inapropiados.

Proporcione un estilo de vida saludable: Es importante ofrecer comida nutritiva, asegurarse de que el niño haga mucha actividad física y de que duerma lo suficiente; estas cosas pueden ayudar a evitar que los síntomas de TDAH empeoren.

Como padres debemos velar por la salud y bienestar absoluto de nuestros hijos. Ante cualquier indicio de comportamiento hiperactivo tenemos que encender las alarmas, estar pendientes de conductas que sobrepasen los límites de lo permisible. Un tratamiento a tiempo puede marcar la diferencia del futuro de un niño con TDAH.