La familia detrás del lente de ArTV

Tal vez no sea yo la más indicada para escribir lo que han sido estos años, tal vez los fundadores, los que estuvieron desde el principio, sean los indicados para contar la historia con pelos y señales; pero se me hace imposible no dedicar unas palabras a los excelentes  profesionales que explotan  toda su creatividad  para que los televidentes sientan que su tiempo frente a la TV valió la pena.

¿Qué se puede decir de las personas que laboran en ArTV? Son seres humanos imperfectos como todos; pero en esa imperfección están unos deseos de hacer gigantescos. Cuando se hable de personas emprendedoras, luchadoras, creativas, dinámicas, pero sobre todo valientes…entonces que no le quepa duda  a nadie que el colectivo del telecentro es todo eso y más…mucho más.

He visto a jóvenes aprender de los más veteranos y quitarse el sombrero ante esa sabiduría, también he visto a esos mismos veteranos superarse cada día y no temerle miedo al cambio; todo lo contrario, forman parte del cambio.

He visto a un solo director hacer de sonidista, luminotécnico, editor y camarógrafo cuando ha sido necesario para no afectar la programación de un día. He visto a madres y padres dejar a su familia atrás para asumir cualquier responsabilidad que el medio demande.

He visto a personas cansadas que cuando entran al estudio televisivo ese cansancio se transforma en dinamismo. También he visto a personas molestas, muy molestas cuando un error estropea la transmisión de un día.

¿Qué queda por hacer entonces? Seguir trabajando, seguir haciendo  como hasta ahora. Seguir siendo la familia que somos. Como en todas las familias con desacuerdos; pero siempre que prime el respeto y el profesionalismo seremos de verdad una familia perfecta.