“Lo importante es decir algo, aunque sea sencillo”

Ahora que ya revisé el tan nutrido currículo comprendo cómo se fue haciendo de un nombre en el periodismo. Fue el esfuerzo y los deseos de hacer los que la llevaron hasta donde está hoy.

Pudiera parecer que la directora del Telecentro Provincial Artemisa Visión (ArTV), no es más que una ejecutiva sentada en una oficina dirigiendo un medio de prensa. Pero Yarima es más que eso. Yarima no logra desprenderse de su sensibilidad y la impregna en cada proyecto. Realiza coberturas periodísticas en las situaciones más adversas. Acompaña y ayuda a los suyos en cada proceso productivo. Siempre está. Y son muchos los que agradecemos su presencia, liderazgo, y versatilidad

Hay temas fáciles y difíciles para los periodistas, temas que se disfrutan más que otros, temas que ponen a prueba la sensibilidad y la ética. En tus años de experiencia ¿cómo lo has manejado?

“Lo más importante en cualquier variante es apasionarse, dejarse sentir todas esas emociones, buenas o malas, porque de la misma manera lo va a recibir el espectador. Siempre me pongo en el lugar del otro y me pregunto qué me gustaría saber a mí si fuera a ver este material. Es ahí cuando me doy cuenta de lo que falta. Por otra parte, siempre tengo en cuenta lo que por ética no debe salir a la luz, al menos de una manera cruda, porque el objeto en cuestión sobre el que hablas también es un ser humano susceptible de cometer errores y enmendarlos. Los temas que más he disfrutado me enseñaron y los que no, también, porque al final en el proceso no queda otra que disfrutarlo. Si no, no queda bien, y en el peor de los casos, no es creíble”.

¿Ejercer la profesión te ha cambiado tu manera de ser o de pensar?

“No creo que influya en mi manera de ser o pensar al punto de cambiarla. Incluso siempre he pensado que pudiera transformar en alguna medida la realidad si anduviera por la vida como periodista y no como ser social. Aunque sea difícil despojarse de lo que representas socialmente, es recomendable ser simplemente tú y nada más de vez en cuando”.

¿Qué no lo puede faltar a un trabajo periodístico de Yarima?

“Ay, decirlo bonito, con entonación, con ganas, que suene bien al oído. Y que diga algo, aunque sea sencillo”.

¿Qué tan perfeccionista eres con tu trabajo?

“No creo que sea perfeccionismo, pero me gusta que quede bien. Que vaya ese plano y no otro, donde lo pensé. Que se escuche esa palabra y no otra, donde la planifiqué. Que cuando pase el tiempo vuelva a emocionarme con ese trabajo y me remonte al lugar y la gente donde inició el proceso de grabación”.

Sé que te gusta mucho la literatura, ¿algún autor en específico que influya a la hora de escribir tus textos periodísticos?

“Me gusta mucho Gabriel García Márquez, pero jamás soñar con escribir algo tan fuera de serie”.

Imagina que tienes carta blanca para formar un equipo periodístico ideal ¿a quién incluirías?

Voy… Bárbara Betancourt, Abdiel Bermúdez, Yemmi Valdés, Alejandro Lóriga y Yoset González.

Es imperdonable entrevistar a la directora de un medio de comunicación y no preguntarle por sus colegas… ¿Qué caracteriza al colectivo de periodistas de Artv?

“Las ganas de hacer por encima de todo”.

¿Qué significa ser buen periodista?

“Ser buen periodista es cuestionarse todo el tiempo si lo que me están diciendo es verdad o no. Si lo que voy a contar puede ayudar en algo a mejorar la vida de alguien. Es además estar en constante búsqueda de la preparación para conocer, para dialogar. Pero por encima de todo para ser buen periodista hay que ser un buen ser humano y ser capaz de ayudar a otros sin que medie ningún privilegio”.

En el libro de Ryszard Kapuscinski Los cínicos no sirven para este oficio, el periodista polaco escribió: “Las malas personas no pueden ser buenos periodistas. Si se es una buena persona se puede intentar comprender a los demás, sus intenciones, su fe, sus intereses, sus dificultades, sus tragedias. Y convertirse, inmediatamente, desde el primer momento, en parte de su destino” ¿Apoyas esta teoría?

“Ciento por ciento. Soy romántica… Si quien me cuenta la historia no es un ser humano íntegro y cabal, no me creo lo que dice, ni valoro el contenido de su texto”

¿Qué errores son imperdonables en esta profesión?

“Quedarse callado es peor que decirlo mal. Lo que salió al aire con algún error se puede enmendar de alguna manera, pero no hablar sobre el asunto por miedo a fallar, eso sería imperdonable. Lo otro es decir mentiras. La verdad tiene que ser la principal herramienta”.

¿Qué historia aún no has contado y quisieras contar?

“Las historias de personas que emprenden un camino en sus vidas superando obstáculos, sobre todo de salud. La gente que vive con limitaciones físicas o mentales y aun así lucha por su vida, me conmueve”.

En todos estos años ejerciendo como periodista, ¿qué momento ha sido trascendental para ti?

“Todo lo que tiene vínculo con la naturaleza. Los peces ciegos de las cuevas de Güira de Melena, los “Por Cuba” que hicimos en Las Terrazas, en los manglares de Güira, en Bahía Honda. El Brujito de las lomas de Candelaria. El patio de Mayi. Es que disfruto mucho el proceso desde sus orígenes”

Seguramente has escuchado opiniones del público sobre tus trabajos periodístico ¿alguna en particular que recuerdes?

“Cuando los guajiros de Güira de Melena recibieron su dinero después de varios reportajes de investigación de una cadena de impagos. Su agradecimiento fue un incentivo. También los reportajes del proyecto BASAL en Güira”.

Según tu experiencia ¿qué crees que diferencia al periodismo cubano del resto?

“Las condiciones en las que se hace, con muchas dificultades materiales. Lo otro indiscutible es la responsabilidad y el compromiso que se asume con lo que se dice. Lo anterior nos distingue, pero tenemos que escalar niveles, ser más osados, contar la historia con más dinamismo, desde otras aristas. Ser más veraz no significa ser más aburrido”

Con una palabra define al periodismo cubano actual…

“Reto”