El Comandante de todo el pueblo cubano

Muchos, bajo el sombrero alón de los triunfos, con una cubanía desbordante, agarrando la mocha, el bate o el fusil siempre con el color del pueblo; porque contra Fidel ni en la pelota.

Cubanos llegan con flores en las manos a dejar su tributo. Envían mensajes sobre las olas a quien  recibe grato ese cariño. A quien espera la orden para volver a combatir, porque alzando los brazos está dispuesto a defender la Revolución.

El hombre de Yaguajay que agarra el mazo para combatir los muros, esta vez son muros diferentes, muros de odios tejidos desde el norte; y ante los que es preciso ajustarse el sombrero y cerciorarnos de que vamos bien.

Camilo está en el pueblo. Su imagen inspira nuevas batallas; porque vencer o morir siguen siendo los dos caminos. El avión en el que un día partió a cumplir la orden sobrevuela el cariño de su isla, la que muchos caminamos sobre los pasos de su leyenda.