Celia una flor que nunca se marchita +(Fotos y video)

No supo marchitarse la mujer que era símbolo. No sabía la flor volverse mustia porque en su obra había aprendió a ser eterna. Por eso Celia se quedó en la fragancia, en el recuerdo, en el jardín que emula su presencia de abrazos, su lealtad a Fidel.

El 11 de enero de 1980 dejó la vida material; no dejó sin embargo el uniforme y el hábito de andar aleccionando a los jóvenes. No dejó de mirarnos con maternal sonrisa, de alentarnos a defender la causa, de ofrecer el camino a la justicia con su ejemplo de flor.

Celia ternura y Celia fuerza. Celia denota para el jefe y para el fusil ahora es empoderada. Ahora Mariana y Vilma y Haydee y Melba, y otras muchas cosechando el fruto del tiempo sin dormir.

Luego de flor semilla, germina Celia Sánchez en muchos que portan su bandera, la más autóctona. Dejó de ser flor para hacerse jardín, dejó de ser materia para volverse guía.

Eterna se nos hizo en su enseñanza y hoy se precisa cada vez que hay combate. El enemigo intenta rompernos el noviazgo y Celia vuelve a levantar la mano en saludo marcial, se cuadra una vez más, esperando la orden; sonríe ante el verdugo, y con su voz más firme le espeta un venceremos como un tiro de gracia.