Mariana Grajales: símbolo de las mujeres cubanas

Solo salió de Cuba obligada por las circunstancias adversas generadas tras el Pacto del Zanjón. En mayo de 1879 embarcó al exilio en Jamaica, acompañada por María Cabrales, llevando como trofeo en el corazón la muerte de varios hijos.

El 27 de noviembre de 1893, a la edad de 78 años, murió en el exilio cuando sus hijos preparaban el inicio de la Guerra Necesaria. Sus restos fueron trasladados a Cuba, para reposar, eternamente,  en el cementerio de Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba.

Además de madre ejemplar, Mariana simboliza a la mujer mambisa, pues a pesar de su avanzada edad, curó heridos en los hospitales de campaña y los incitaba a regresar con más bríos al campo de batalla.

Fue grande, no sólo porque gestara  héroes, también porque educó a todos los hijos para que tomaran la senda que condujera a la libertad de Cuba, a la par de establecer, desde el hogar, una conducta humana en un medio totalmente hostil. Su ejemplo, sin duda, representa la mujer cubana.