Los artemiseños rendimos tributo al Titán de Bronce

El Pacto del Zanjón, firmado el mes anterior por varios luchadores independentistas, proponía entregar las armas para alcanzar una paz, pero sin independencia. Maceo se opuso a ello y, en entrevista con el General español Arsenio Martínez Campos, afirmó: “No acepto deponer las armas sin haberse proclamado la independencia de Cuba, ni la abolición de la esclavitud”.

Y no aceptó. No claudicó. La lucha armada continuaría en Cuba. “En el momento en que aquella lucha de diez años iba a terminar, surge aquella figura, surge el espíritu y la conciencia revolucionaria radicalizada, simbolizada en ese instante en la persona de Antonio Maceo”, destacaba Fidel Castro sobre el conocido Titán de Bronce.

Luego de fracasar la guerra por falta de unidad entre las entonces fuerzas combatientes, además de otros factores, Maceo viaja a Jamaica. Luego lo hace a Costa Rica, donde se encuentra con Martí en 1893 para reanudar la lucha en Cuba. El Apóstol sabía, y así lo expresó, que Maceo tenía “tanta fuerza en la mente como en el brazo”.

Es importante destacar que en el lugar donde cayó el Titán de Bronce, San Pedro en Artemisa, cada 7 de diciembre los jóvenes de este lugar reverencian la trayectoria como ejemplo de continuidad.