Después de noviembre la sobrevida de Fidel

Pero noviembre alcanzó desde 2016 otra dimensión, un hombre historia le eligió para fijar su leyenda sobre la eternidad de los tiempos, el hombre que se hizo país a un grito colectivo. A las miles de voces que aseguraron ser Fidel aquella mítica noche en la plaza, le siguieron cientos, le ratificaron millones; porque más que un compromiso con la obra del líder, de un estado de gratitud sin precedentes, se conmovió la nación bajo un efecto Patria que solo personajes de su estirpe pueden generar.

Y el hombre también se hizo canción, se hizo cabalgata de un pueblo a estela de todos los imprescindibles. El hombre se hizo lágrima en tantos y tantos rostros, el hombre vibró en la garganta de una Corina Mestre, que para él, tiró abajo los portones de la historia en poema sublime.

El hombre se hizo descubrimiento de niños, recuerdo presente, lugares recorridos, gente con pasión, ícono, bandera, razón. El hombre desde entonces, y desde antes cataliza, promueve. El hombre no ha dejado de ser.

Hoy es también singular tormenta en liras de Buena Fe, no asusta la tempestad si se le guía a buen curso. A sangre y sudor se hizo cosecha tras los pasos del hombre país ¿Cómo no sentirlo latir todavía? Claro que está y se le espera a diario, vive por sí solo y Cuba le hace vivir.

Ahora mismo, hacerle vivir se llama: Soberana 1, se llama: Henry Reeve, se llama gente humana haciendo por los otros, se llama sentido común, y se llama también inconformidad con todo lo que daña, y por ende no tributa al esfuerzo de hacerle vivir.

Así que venga usted con buenas obras, recuerde que un 25 de noviembre comenzó el reto de mantener latiendo a un hombre época, y de lo justo que hagamos depende la sobrevida de Fidel.