Amanecer de flores… y de FIDEL

Cantaban, y las fotos y consignas volaban por el aire.

¿Quién dice que no estás, que has muerto?

Marchas con tus botas de soldado, tu barba y sonrisa al viento.

Hoy será un día como otro cualquiera; pero no. Hoy es el día en que intentaste marcharte.

Digo «intentaste» porque es imposible que nos dejes. Estás cómo raíz profunda, cómo ceiba intocable.

Tempranito, en la mañana, con las primeras luces y el canto del gallo, pasan las flores por mi calle; pasan de todos los colores. Pasan rosas engreídas, pero cabizbajas, orquídeas cargadas de rocío. Pasan ramos sencillos, romerillo, girasoles,  lirios, las flores corren cómo arroyo por mi calle y por la tuya.  Van orgullosas, dulces, en las manos cargadas  de libros de los estudiantes. Este amanecer es un desfile de flores, reventando de color el paisaje mañanero.