Cuba no se olvida de sus héroes +(Video)

Rememorar la fecha del Diez de Octubre es un viaje en el tiempo que nos permite un contacto directo con nuestras raíces más genuinas. Es el rencuentro con el valor de los hijos de esta patria heredado hasta nuestros tiempos.

Hay una fecha para la mambisada saliendo a pelos sobre la vergüenza, a defender a Cuba del yugo ibérico. Una fecha para la campanada llamando a los negros a una última reunión, bautizado el machete para un tajo, porque la libertad los aguardaba del otro lado si eran capaces de ceñirse a la vergüenza.

Los que quieran defender sus derechos que me acompañen dijo el padre. El abogado extendió sus ideas como brazos gigantes y muchos hijos les nacieron al Diez de Octubre, muchos dispuestos al frío en la manigua, muchos mirándolo de frente agigantado e inmortal detrás del Viva Cuba Libre.

Un Diez de Octubre que sembró la semilla que brotó en Yara, Guáimaro y Jimaguayú. Un Diez de Octubre que le dio a los guajiros la fe en un agua nueva regándoles la piel curtida del oprobio.

Los reyes no entendieron que un colono dejara su fortuna para dolerse en desamparo ajeno, pero Carlos Manuel veía al semejante en los ojos vidriosos de la miseria. Se había hecho hombre de leyes y la justicia le perforó las venas en los libros y lo atrapó en la idea que no era posible… El bienestar sin una independencia que lo hiciera legítimo.

El primer presidente de la República en Armas entonó himnos de lucha, por eso lo siguieron al combate y lo hizo símbolo su entrega su osadía, su convicción de que con 12 es suficiente para arrancar cadenas.

Se fue del mundo sin llevarse la gloria que tampoco reclamaba, nos dejó un Diez de Octubre y una consigna enriquecida porque Cuba Libre vive, vence y no se olvida de sus héroes.