Un futuro más justo para las niñas

Definitivamente hay estadísticas que cuestan creer, hay datos y cifras que parecieran no encajar en este mundo supuestamente civilizado.

Definitivamente no es tan civilizada nuestra sociedad cuando, según la Organización de las Naciones Unidas, casi 1 de cada 5 niñas no termina el primer ciclo de secundaria y casi 4 de cada 10 niñas no terminan el segundo ciclo de secundaria.

A esta cruda realidad se le suma que antes de la pandemia de COVID-19, 100 millones de niñas corrían el riesgo de contraer matrimonio infantil en los 10 años siguientes. Ahora, en el transcurso del próximo decenio, hasta 10 millones de niñas más en todo el mundo correrán el riesgo de casarse siendo niñas como consecuencia de la pandemia.

Y quizás haya más verdades desgarradoras, quizás haya mucho más para contar sobre los abusos contra las niñas; pero no es tarea fácil describir los oprobios que sufre un ser humano en plena inocencia.

Una inocencia que se ha visto avasallada, una inocencia que no encuentra espacio entre tanta desigualdad. Esas niñas que hoy sufren, nos están diciendo que no estamos haciendo bien las cosas. Y mientras haya una, una sola, en una situación de vulnerabilidad por el simple hecho de ser niña, seguimos en el camino incorrecto.

Cada  11 de octubre se celebra el Día Internacional de la Niña, una fecha para reconocer sus derechos y los desafíos a los que se enfrentan en todo el mundo. Hoy es un buen día para hacer por ellas. Para unirnos a las voces que luchan a su favor. Hagámonos eco de las palabras del secretario general de la ONU Antonio Guterres, “Las mujeres y las niñas pueden guiarnos hacia un futuro más justo. (…) Reforcemos sus voces y volvamos a comprometernos a trabajar juntos para construir un mundo en el que todas las niñas puedan ser líderes y prosperar

Foto tomada de Internet