El niño que pinta a Fidel

Para no perder la tradición, en la Casa de Cultura Raimundo Valenzuela radica el círculo de interés de artes plásticas. Allí encontré al niño de 11 años Anderson Lázaro Álvarez Pérez, alumno de Dairien Zulueta Llerena. Este instructor hace del chico un verdadero prodigio, entre óleos, pinceles, crayolas y acuarelas.

“Anderson es un niño con necesidades especiales y rasgos de autismo. Trabajar con él representa un reto y a la vez un orgullo”, enfatiza Dairien.
Al dibujar el rostro de nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, el pequeño artista se esmera en los trazos y la selección de los colores.

“Soy muy feliz cuando pinto a Fidel. Fue un hombre que amó mucho a los niños y a la Patria. Gracias a la Revolución y a su esfuerzo, hoy puedo aprender a dibujar con mi profesor en la Casa de Cultura”, declara mientras colorea la gorra del Líder histórico de la Revolución cubana.

Quien visita una sesión de trabajo de Anderson Lázaro, lo mismo en el taller que en casa, puede percibir el amor y apoyo de su abuela Yipsi Dolores Moreno Cejas, “Lola” para sus amigos. Ella y Dairien le garantizan las pinturas.

“Él es mi vida. Desde que supimos de sus aptitudes para el dibujo, no he dejado de apoyar su sueño de ser pintor. Siempre lo llevo a la Casa de Cultura y, entre toda la familia, compramos los pinceles, óleos e instrumentos para su desarrollo como artista”.

Alumno de la escuela primaria Julio Pérez, cuenta con premios en concursos provinciales y nacionales, siempre dibujando el rostro de Fidel. Ahora está inmerso en un cuadro gigante con el rostro del mártir de su escuela. Será el regalo que le hará a la directora, cuando termine su paso por esta enseñanza.

Sin dudas, Anderson Lázaro viaja de la pintura a los sueños. Con sus pinceles va labrando la continuidad de esos grandes de varias épocas que le dejaron una obra riquísima. Y si no bastara su legado para inspirarse, en cada dibujo le vuelve a nacer Fidel.

Tomado de ElArtemiseño.