Devolver la vida a lo que salva vidas

Al empeño de estos hombres y mujeres se debe en buena medida la estabilidad de los servicios médicos en la provincia, pues están organizados por especialidades, a fin de cubrir toda la gama de equipos del sistema de salud.

Tanto los de laboratorio, como los de estomatología, gasómetros y los tan necesarios implementos para la ventilación pulmonar, chocan cotidianamente con las carencias que implica vivir en un país bloqueado.

Suerte contar entonces con un capital humano altamente calificado, con títulos escolares y otros tanto o más importantes: los que da el ejercicio de devolver la utilidad a un equipo que www.tvartemisa.icrt.cu vidas.

José Pedro García Cámara, especialista principal del taller, lidera esta tropa de valientes; sí, porque —al igual que médicos y enfermeras— ellos también laboran en Zona Roja, expuestos al contagio.

“Aunque cada municipio cuenta con electromédicos propios, desde este taller ha sido constante la asesoría metodológica, asistencial y de recursos”.

Le resulta imposible resumir las principales innovaciones de este colectivo. “Antes teníamos más tiempo para documentar todas las soluciones y presentarlas en eventos, pero la dinámica que exigen estos tiempos impide registrar cada inventiva. Cambiamos piezas de un equipo para otros, e innovamos hasta que funcione; así ocurre prácticamente a diario en cualquier municipio”.

Y así puede vérseles en la mañana, en gestiones de transporte, pues carecen de uno propio, y buscando armarse de lo indispensable para ir hacia donde sea preciso… a la hora necesaria.

¿Condiciones materiales? Me atrevería a decir que ni las más elementales. Aunque hay noticias halagüeñas de mejoría, al menos en infraestructura, valdría la pena valorar la urgencia de concederles también cierta autonomía y otorgarles legalmente categoría provincial.

Pese a que brindan servicios como taller provincial, se subordinan a la dirección de Salud del municipio Artemisa, lo cual les afecta incluso salarialmente, y los pone en desventaja respecto a sus colegas de las demás provincias.

José Pedro, graduado de la CUJAE desde 1990, con misiones internacionalistas en Venezuela, Honduras e Indonesia, asegura que nunca han debido esforzarse como durante esta pandemia; en su mirada se percibe orgullo por cuanto han sido capaces de hacer, con tan poco material pero con tanta entrega e inteligencia colectiva.

“La escasez de oxígeno medicinal movilizó a todos para la creación de minibancos de oxígeno auxiliares y sistemas de extensión: incrementamos el número de pacientes ventilados a la misma vez en cuerpos de guardia y salas de terapia y de respiratorio.

“Actualmente trabajamos en dos de estos minibancos, uno en Bahía Honda y otro en la sala de Hemodiálisis del Hospital Comandante Pinares. Igualmente, buscamos solución para el mamógrafo del hospital Ciro Redondo, además de las tareas que a cada instante reclaman nuestra presencia”.

Junto a licenciados, ingenieros y técnicos en Electromedicina, un grupo de obreros de esta tropa recuperan camas, taquillas, banquetas y otros muebles necesarios para elevar las capacidades hospitalarias.

Llegar a su inhóspita sede no impide apreciar el brillo del trabajo y la calidad humana del colectivo. De allí parte uno con ganas de volver a verles trabajar, pero en un recinto más confortable, acorde con su esfuerzo por devolver la vida a los equipos que www.tvartemisa.icrt.cun vidas.

Experiencia y talento sobran allí, donde prevalecen los deseos de hacer por la salud de todos.

Tomado de ElArtemiseño.