Ni tan evidentes, ni tan imperceptibles, peligros cotidianos para nuestros hijos +(Video)
Los beneficios de la era digital son evidentes y numerosos, pero las personas precisan dominar la tecnología y muchas veces resultan dominados los individuos, como un efecto contrario a lo debido. A partir de ese fenómeno, que ya no es tan nuevo, se reflexiona y toman medidas en San Cristóbal, desde un enfoque multisectorial.
Las prácticas cotidianas de los niños, adolescente y jóvenes asociadas al uso de Internet, la sobreinformación y el entretenimiento, representan en algunos casos, peligros para la salud mental, la integridad física y otros aspectos de la calidad de vida.
El Máster en Ciencias y especialista en psicología clínica Armando José Amaro Blaco, esclarece: “Cualquier adicción tiene en su base satisfacer un placer, y tener un teléfono móvil en la mano con el cual se satisfacen placeres, se va convirtiendo paulatinamente en algo adictivo. Entre las principales consecuencias del mal uso de estas tecnologías existen dos grandes grupos: las que tienen que ver con lo fisiológico y las que tienen que ver con lo psicológico. Dentro de las primeras, están las dificultades para conciliar el sueño y las dificultades para concentrarse que disminuyen el rendimiento, dentro de las psicológicas aparecen las modificaciones en los comportamientos, conflictos en el ámbito escolar, problemas para mantener relaciones de equidad sana, dificultades adaptativas para la interacción social”.
También desde el campo de la salud mental, la doctora Yaimara Dorta Correra, especialista de primero y segundo grado en Psiquiatría infantil, revela: “Cada día crecen las cifras de niños afectados o portadores de alguna psicopatología, de trastornos mentales secundarios al uso excesivo o indebido de las nuevas tecnologías. En los últimos tiempos estamos asistiendo a muchos infantes en consulta y entre ellos los hay con marcada dificultad en la socialización, que dejan de realizar los juegos que deben para estar jugando en Internet, y al necesitar dinero para hacerlo, incurren en delitos de hurto para obtenerlo, y también tenemos niños con trastornos y retraso en el desarrollo del lenguaje”.
Tras alertas que llegan desde la Comisión de prevención municipal, las consultas de especialistas en diferentes áreas de la medicina, familiares de niños y adolescentes, la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) y otras organizaciones de masa; surgen acciones que se anticipan y complementan el trabajo de los órganos del sistema de Justicia y del Ministerio del Interior (MININT) en este sentido.
Entorno familiar, ¿quiénes asumen la responsabilidad de dudar?
Idaniel Medina Núñez es un joven que se acercó a este equipo de prensa, afligido por la suerte de su hermano menor adolescente: “Yo como familiar estoy preocupado por estos casos y más por los juegos y videojuegos, a mi hermano le encantan, les dedica mucho tiempo y me alarma que los muchachos estén tan metidos en eso, que pierden el interés por otras cosas importantes como el estudio, los juegos tradicionales fuera de las pantallas, y les afecta en la escuela y en la vida familiar.”
Desde su experiencia profesional agrega: “También trabajo en un taller de reparación de celulares y gestión de contenidos informáticos, esta última es la parte que yo atiendo, y siempre vienen muchachos a que les instalemos juegos que pueden resultar peligrosos, no lo hacemos, para evitar problemas, porque hemos visto conductas muy inadecuadas a partir del uso de esas aplicaciones”.
Como parte de los intercambios sobre el tema, se efectuó un conversatorio en el museo municipal, dada la implicación que tienen también las instituciones culturales en el asunto y fueron los estudiantes de la enseñanza secundaria y preuniversitaria, los principales protagonistas dentro de la interacción con representantes de varios sistemas de trabajo que actúan por su bienestar.
La joven Gabriela, del preuniversitario “José Licourt Domínguez”, expresó su preocupación por su prima y su hermano de 2 y 5 años respectivamente, quienes consumen en celulares de los adultos, contenidos no aptos para su edad y percibe escasa supervisión de los padres de estos menores.
Percepción de riesgo y consejos necesarios
La percepción de riesgo por parte de los padres y tutores aún es muy escasa, pero los expertos recomiendan algunas herramientas para el manejo adecuado de la situación por los adultos.
El psicólogo Armando José Amaro Blanco considera que “hay padres que sí entienden que el teléfono móvil puede generar disturbios psicológicos, incluso físicos en sus hijos, otros no se han percatado y otros, aun sabiéndolo, no se ocupan eficientemente de regular el uso de los dispositivos. La percepción de riesgo no es satisfactoria para que, de manera general, los padres puedan proteger a los menores de los riesgos cuando interactúan a solas y sin regulaciones ante Internet”
Al respecto aconseja: “Establecer reglas de observación de estos dispositivos es muy importante, cuánto tiempo el niño o el adolescente va a hacer uso del móvil (yo recomiendo dos horas en caso de los niños), bajo qué circunstancias, equilibrar con otras tareas de beneficio familiar. También indagar sobre los riegos a profundidad, porque hay padres que están relativamente desinformados. Estar atentos a las acciones del niño y si el empleo de estas tecnologías se hace en espacios de uso común o público, mejor. Si hay cambios de comportamiento como los hábitos de vida, el sueño, la alimentación, si el niño además se comporta de manera irritable, susceptible, si deja de compartir con sus propios congéneres y coetáneos, son señales que alertarían a los padres”
Por su parte, la psiquiatra Yaimara Dorta, señala: “Los padres todavía son incapaces de valorar el riesgo que tiene el uso exagerado de los dispositivos y las pantallas tanto en la primera infancia como en los escolares y más aún, en la adolescencia. En consulta estamos viendo niños con conductas suicidas, con conductas sexuales de riesgo, víctimas de abuso, promiscuidad y otras, perturbadoras de esa etapa de la vida. Muchas veces cuando se les retira el teléfono aparece una ansiedad desproporcionada. Y hemos visto casos graves, serios y letales. Hubo una niña víctima de un intento suicida letal que se lanzó de una quinta planta de un edificio porque el teléfono se le extravió, y han ocurrido incidentes de ese tipo en otros municipios”
Si se ha cuestionado hasta dónde pueden llegar los peligros si no se toma conciencia a tiempo del fenómeno, urge entender que todos somos responsables y actuar ya es la única respuesta.
Si se ha cuestionado hasta dónde pueden llegar los peligros si no se toma conciencia a tiempo del fenómeno, urge entender que todos somos responsables y actuar ya es la única respuesta.