José Martí: alma y guía de la Revolución

José Martí es el hombre más universal del siglo XIX cubano. No fue solo un gran político, escritor, profesor, orador, periodista y poeta; su vida fue mucho más que eso porque la dedicó a una tarea trascendental: la liberación de su pueblo. “Patria es humanidad, es aquella porción de la humanidad que vemos más de cerca y en que nos tocó nacer; y ni se ha de permitir que con el engaño del santo nombre se defienda a monarquías inútiles, religiones ventrudas o políticas descaradas y hambronas

Fue José Martí un hombre de grandes ideas, de pensamiento profundo, de pluma sincera y certera, de palabra precisa. Un soñador que ansiaba con la libertad de su patria, que ansiaba una Cuba mejor, una Cuba de y para los cubanos.

Martí murió muy pronto, todavía le quedaba mucho por hacer, todavía su Patria lo necesitaba. Sin embargo, quedó su obra, su ejemplo, su eterna presencia.

Sus ideas perdurarían por siempre, y serían guía para las futuras generaciones de cubanos; hombres y mujeres que no descansarían hasta lograr la total libertad de Cuba.

En enero de 1959, se materializaron sus sueños de igualdad y justicia con el triunfo de la Revolución.

Martí nos enseñó su ardiente patriotismo, su amor apasionado a la libertad, la dignidad y el decoro del hombre, su repudio al despotismo y su fe ilimitada en el pueblo.  En su prédica revolucionaria estaba el fundamento moral y la legitimidad histórica de nuestra acción armada.  Por eso dijimos que él fue el autor intelectual del 26 de Julio”, afirmaba nuestro líder histórico Fidel Castro.

Por supuesto que hoy Cuba, a 128 años de su caída en combate le rinde tributo y homenaje eterno, al más universal de los cubanos, a nuestro Héroe Nacional, que se vuelve más que un recuerdo o una figura intangible. José Martí se vuelve obra y acción, se vuelve pensamiento. Se vuelve luz, esperanza. Se vuelve Revolución.