El arte de pescar y el placer de servir

Estaba Carlos Luis González Márquez preparando las mallas para las campañas de captura de la unidad empresarial de base (UEB) Alevinaje La Paila en San Cristóbal, se le veía sonreir y hablar motivado entre los pescadores de su brigada. Parece un padre en su actitud, un líder de esos genuinos por naturaleza.

Se siente casi inevitable acercarse e indagar: – Usted debe llevar mucho tiempo aquí. ¿Me equivoco?

-“Aquí en La Paila he pasado ya 30 años. Siempre en el área de la captura, y también en la crianza.

-¿Y qué le ha motivado a permanecer durante tantos años?

-“Esto me motiva a mí porque es algo que nace con uno, es un placer que me doy, si hay algo que me gusta y me llena, es la pesca. Tengo mis tres hijos y ellos son todos iguales, les gusta la pesca. Y yo soy fanático. Viejo, con 60 años, y voy cumplir más así, loco por la pesca”.

-¿Y antes de trabajar aquí en Alevinaje también pescaba?

-“Yo pescaba sí, desde niño. Antes trabajaba en la empresa de servicios. Y pasé para acá a pescar, o sea, a ejercer la profesión mía que era lo que más me interesaba”.

– Probablemente has vivido todo tipo de momentos aquí. Los últimos meses no han sido buenos en el área de captura para La paila, por el atraso en la entrega de estas artes de pesca que ahora preparan. ¿Cuánto favorece o entorpece la labor de un pescador la escaséz de estos recursos?

Carlos arruga su expresión y el tono de su voz de auténtico guajiro comienza a disminuir:

-“Mira, cuando faltan, se hace difícil. Nosotros tuvimos unos cuantos años la traba de no poder cumplir el plan porque estábamos prácticamente sin artes de pesca. Pero ahora que están entrando nuevas, pensamos recuperarnos. Puede que tengamos un mes poco sobresaliente, por el tiempo que nos lleva preparar las mallas, pero ya el próximo, la cosa será diferente. Las capturas serán mucho mejores. A cumplir el plan se ha dicho, ahora hace falta llevarle el pescadito al pueblo.

-Se comenta por aquí que ustedes han roto varias veces los records de captura. ¿Cómo han logrado eso?

“Trabajando muchísimo y también nos han prestado ayuda desde la empresa, otras granjas nos apoyan, y hemos hecho capturas sobresalientes”.

Durante los años que llevaba aquí, por la experiencia que tiene, ¿ha  estado al frente de alguna brigada?

-“No, porque pescar no es lo único que hago. Yo aquí soy de todo, hago unas cuantas actividades, por eso nunca he sido jefe, no tengo sangre para dedicarme a una sola cosa aunque me guste mucho. Como mismo te arreglo un paño, te arreglo un bote, te arreglo un tractor, te arreglo lo que sea, trabajo hasta en la agricultura. Soy criador, en esa área estoy contratado. Eso sí; mi mayor pasión es la captura del pez, ir a la costa, entrar en el mar, porque nosotros también trabajamos en plataforma, en todos lados participo”.

Entonces, ¿también pasa mucho tiempo en el mar?

-“Sí, yo trabajo en plataformas, pertenecemos a la empresa lanchera Flota del Golfo y pescamos en el mar, además de capturar en estanques y presas”.

-¿Cómo funciona la actividad? ¿Se organiza por temporadas?

-“Esto es por temporadas, son corridas y hay que aprovecharlas, hay que ir a buscar las rachas buenas”.

 -¿En qué etapas del año usted pesca en el mar en plataformas y en qué etapas en agua dulce?

“-Mira, ahora hay una etapa buena, porque va saliendo el frío. Cuando hay frío el pez se refugia en las costas y nosotros vamos a capturar cuando comienza a retirarse. Son buenas pescas las de este tipo de corridas”.

-¿En qué zonas geográficas pescan por aquí?

-“En la zona del Mambí, Come Gato y Majana, a partir de que somos provincia nueva, también vamos a Guanímar, donde tenemos un centro de cría, pescamos todas esas costas. En el caso de las presas, tenemos 11, las tenemos casi todas llenas de agua, están muy hondas, por eso estamos priorizando las capturas esas. Hay muchas que no tienen tanto pescado, se van a sembrar ahora, pero otras si tienen bastante. En San Cristóbal sí hay”.

-¿Cómo se siente hacer coincidir su trabajo con su pasión?

-“Esa es la pasión mía definitivamente, pescar y también es mi deber, así que agradecido con la vida”.

-¿Una tradición familiar?

Sí. Porque a mi papá le gustaba mucho y yo desde chiquito, desde que nací, estuve sienpre detrás de él, así crecí. Me gustó, me desarrollé pescando. Ahora tengo mis tres hijos y los tres son fanáticos a la pesca, no trabajan aquí porque todavía no tienen edad. Yo tengo 60 años, hay dos que viven conmigo, todavía son menores, pero seguro van a trabajar aquí algún día porque se defienden en lo mismo, les encanta lo mismo que hago yo”. 

Sí. Porque a mi papá le gustaba mucho y yo desde chiquito, desde que nací, estuve sienpre detrás de él, así crecí. Me gustó, me desarrollé pescando. Ahora tengo mis tres hijos y los tres son fanáticos a la pesca, no trabajan aquí porque todavía no tienen edad. Yo tengo 60 años, hay dos que viven conmigo, todavía son menores, pero seguro van a trabajar aquí algún día porque se defienden en lo mismo, les encanta lo mismo que hago yo”.