La nueva normalidad en las escuelas de Artemisa

La incorporación a esta nueva realidad ha hecho que nos replanteemos muchas cosas de nuestra “antigua normalidad” y la forma de proceder ante ella; un sector de los más comprometidos es la educación, cual tuvo que ser transformado en gran medida para continuar con el desarrollo escolar.

No se trata de imponer una realidad virtual en la que obviemos necesidades tan básicas como el saludo de cada mañana o el compartir la merienda con los amigos, sino de modificarla e incorporarla como hábitos y nuevas formas de hacer que desde siempre fueron importantes, solo que no lo tomamos muy en cuenta hasta que llegó un virus a mostrarnos lo imprescindible de estos comportamientos.

Un factor de interés que arrojó el confinamiento fue el necesario uso de las tecnologías, y desde luego, esto impactó directamente en la educación aportando elementos de facilitación y permitiendo cerrar muchísimos períodos escolares a través de los dispositivos electrónicos.

Respetar los pasos podálicos y las sustancias para la desinfección de manos a la entrada de nuestros centros, saludarnos desde nuestros gestos, una mano en el pecho o codo con codo, una mirada también bastara si viene acompañada de un ¿cómo estás?, son estas nuestras nuevas formas, nuestra realidad y nuestro escudo para hacer frente a la Covid-19.