Mariana Grajales: un ejemplo para las madres cubana

Mariana Grajales nació 12 de julio de 1815 en Santiago de Cuba, una mujer que consagró su vida a la lucha por la independencia a la que entregó con amor de madre y orgullo de patriota a todos sus hijos.

La heroica mujer a quien consideramos Madre de la Patria, era hija de emigrantes dominicanos y los historiadores la describen como una mujer robusta, de baja estatura, trabajadora e incansable.

Mariana Grajales participó en la Guerra de los Diez Años, se destacó por su labor como enfermera en hospitales del Ejército Libertador, y su ejemplo inspiró a la causa revolucionaria.

Hija y paradigma excepcional de nuestro proceso revolucionario, en su peregrinar de 10 años por la manigua no tuvo ni un minuto de flaqueza ante peligros y vicisitudes.

Concluida la guerra en 1878, salió de Cuba para instalarse en Jamaica y, desde esa nación continuó colaborando con la causa, en la creación de los clubes patrióticos.

De Mariana debemos aprender su concepto del deber, el honor y la disciplina, valores que fueron forjados por ella en el alma de su familia, logrando una identidad esencial. Libertad y disciplina, he ahí lo que necesita el mundo de hoy.

A 130 años de su muerte aquel 27 de noviembre de 1893, en Kingston, Jamaica, sus valores y ejemplo transmiten a las nuevas generaciones el amor a la patria y el compromiso eterno con la Revolución.