Lázaro Peña, un ejemplo para el proletariado cubano

Hoy más que nunca su ejemplo se multiplica en los trabajadores cubanos, en el movimiento obrero, que día a día vence dificultades y se engrandecen sus deseos de trabajar por el desarrollo socio-económico del país.

Desde muy joven Lázaro Peña se integra a las protestas obreras contra los bajos salarios y el maltrato, que imperaba en la época neocolonial. Siempre participó activamente en la organización de los trabajadores para luchar contra el gobierno de Gerardo Machado.

Tuvo gran protagonismo en las actividades del movimiento sindical cubano. Cuando se funda Confederación de Trabajadores de Cuba, en 1939 Lázaro Peña pasaría a ser su secretario general.

Pero no solo luchó por el proletariado cubano, pues fundó la Confederación de Trabajadores de América Latina, con sede en México, y en 1945, al constituirse la Federación Sindical Mundial, ocupó la responsabilidad de secretario y, posteriormente, vicepresidente de su comité ejecutivo.

Luego del triunfo revolucionario del 1 de enero de 1959, se restableció la unidad sindical y la Central de Trabajadores de Cuba se sumó a las tareas de la construcción de la nueva sociedad y en ese contexto fue elegido su secretario general.

Como dijera el líder de la Revolución Fidel Castro el día de su sepelio, Lázaro Peña había rebasado la muerte para convertirse en una simiente. “Inútil era rogarle que moderara sus esfuerzos y atendiera su salud. Era lo único en que este militante modesto, dócil y disciplinado, desatendió los ruegos de sus compañeros y las exhortaciones de su Partido (…) No venimos propiamente a enterrar a un muerto, venimos a depositar una semilla