El ejemplo eterno de Máximo Gómez +(Video)

Nacido en latitud distinta su corazón cubano lo trajo a la manigua y a la lucha por la liberación de Cuba.

Lo puso bajo el mando de la vergüenza y engrandeció su fama da caudillo ejemplar, invaluable y estratega.

Gómez y Báez fueron sus apellidos y Máximo su nombre porque máximo también fue su tributo a la causa, que le ganó la condición de hijo de sangre militar.

Respetuoso con tacto para la crítica y una moral de palma por lo esbelta donde encontraron muchos paradigma de líder. Gómez sin esperar a cambio aplausos ni reconocimientos, profundo como para saber del rostro la intención del enemigo e incondicional en la faena de avivarle en el pecho a Panchito la llama de la patria.

Gómez en su machete bautizado con sangre y fuego de combate, el Generalísimo en la definición de los cubanos a los que quiso tanto que hoy veneran su recuerdo y enseñanzas como tributo idóneo. Aceptó de Martí el placer del sacrificio y la ingratitud probable de los hombres. Entregó a sus cinco hijos y la salud de su esposa con la premisa de que humilde sería feliz. Y ese ejemplo se levanta hoy en un pueblo que como él está dispuesto a todo y esperando la orden.