Educadores populares de Candelaria y San Cristóbal trabajan en estrategia para 2024

La educación popular asumida como una intencionalidad emancipadora, generadora de pensamiento crítico y de consecuencias prácticas, desde las relaciones horizontales, así como la formación de sujetos políticos, es modo de vida y actuación para muchos que integran las redes de educadoras y educadores populares del Centro Memorial Martín Luther King (CMMLK).

Recientemente, el presidente de la nación Miguel Díaz-Canel Bermúdez, dio el encargo al centro y sus asociados, de formar a líderes de organizaciones políticas, de masas, sociales y otros actores comunitarios con esta concepción metodológica propuesta por Paulo Freire en los años 60 del siglo pasado. Un proceso para el que se crearon colectivos pedagógicos con el nombre del teórico brasileño y que tuvo lugar en toda la provincia.

Mucho antes del encargo del presidente, ya existían redes de educadores populares consolidadas en Candelaria y San Cristóbal, las cuales se implican actualmente en el diseño de su nueva estrategia de trabajo y para ello, un grupo de sus integrantes se fueron hasta el Centro Martin Luther King. Esta vez la planificación estratégica incluye la incidencia en la implementación del programa para el adelanto de la mujer por la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), el establecimiento de nexos formales e informales con instituciones y decisores en el ámbito local, entre otros objetivos.

Definir las líneas de trabajo en cuatro dimensiones o condiciones, les guía para estimular la participación real de la ciudadanía en la transformación de la realidad, así como establecer el control popular como catalizador de los cambios, ejercer incidencia política desde el apoyo al sistema socialista cubano y los movimientos progresistas internacionales.

La solidaridad internacional destaca como cuarto eje de esta metodología, está vez con énfasis en la causa palestina.

Respecto al trabajo comunitario, el Consejo Popular deviene el escenario ideal para generar cambios. No alcanzan experiencias aisladas, sino una visión integral.

Ampliar los colectivos pedagógicos Pulo Freire es otra tarea del año y aplicar la política de género sustentada en el feminismo popular. Además, habrá formación y profundización de dimensiones como la comunicación y la cultura jurídica, así como de desarrollo local y gestión de proyectos.

La contribución a la educación en valores, con enfoque en derechos, y el empoderamiento de niños y adolescentes en estos territorios, constituye otro resultado a lograr.

Las actividades sistemáticas para la movilización respecto de estos objetivos, suceden en los procesos habituales de estas redes, que se dan desde la formación mediante talleres, el acompañamiento de experiencias, la comunicación y la coordinación grupal.