Apreciando nuestra cultura  

¿Qué es la cultura nacional sino la esencia de cada uno de nosotros?

El orgullo de amar esta isla, el idioma que hablamos, la forma de caminar, de bailar, de asumir la familia, los amigos, vecinos, conocidos como parte de nosotros mismos.

La identidad es cosa sagrada para quienes viven en el mundo por algo más que respirar y comer.

No somos mejores que el resto, pero hay que amar la peculiaridad que nos enlaza donde sea que estemos. Ese conjunto de jovialidad, sensibilidad ante el dolor ajeno, hospitalidad, alegría, fortaleza.

Sentir como sentimos, reír como reímos, cocinar así, cuidar así a nuestros hijos, apreciar la vida y luchar por ella más allá del cansancio, creer en lo que creemos, amar como amamos, no se puede renunciar a una cultura que ha unido seres a otros seres y épocas a otras épocas y a cubanos a cubanos.

Haz de la cultura un patrimonio personal, porque ya lo es aunque lo olvidamos y el ser que somos no es otra cosa que ella misma en miles de modos de expresión.

Mi cultura, mi patrimonio, nuestro patrimonio.