365 días para nuestros niños

¿Qué fuera del mundo sin la sonrisa de un niño? Pues es evidente la respuesta ante la interrogante, mas no deja de ser cierto que en muchos países no se respetan los derechos de los niños, y tampoco se establecen garantías para su desarrollo y bienestar.

La Asamblea General de la ONU aprobó la Declaración de los Derechos del Niño un día como hoy pero del año 1959; desde entonces celebramos la responsabilidad demostrada de países como Cuba ante la niñez, y clamamos por cambios en las políticas de otros países dónde sigue siendo una deuda pendiente.

La Declaración de los Derechos del Niño no fue un logro fácil por aquellos años. Incluso después de su aprobación no fue suficiente para proteger los derechos de la infancia en un mundo globalizado. Por ello diez años después, tras debates y negociaciones, líderes religiosos y representantes de países acordaron instituir la Convención sobre los Derechos del Niño, el 20 de noviembre de 1989, cuyo cumplimiento es obligatorio para todos los países que la han firmado.

Entonces cada 20 de noviembre se recuerdan los derechos de nuestros niños a la educación, la salud y a la protección. Más de cincuenta años dedicados a tal propósito, no significa que todo está resuelto ante los ojos de los infantes, por ello debemos conocer las distintas formas de colaborar con los niños más vulnerables, para que sus derechos sean reconocidos y garantizar su bienestar y desarrollo.

Cuba desde el triunfo de la Revolución estableció programas para garantizar los derechos de nuestros niños. El acceso gratuito y obligatorio a la salud y la educación son muestra de ello, y desde hace más de un año la aprobación del nuevo Código de las Familias, ratifica la voluntad de trabajar entre todos para generar más alegría, acceso a los conocimientos y lazos afectivos que repercutan en su conducta social.

Pero hay más: Cuba se ha declarado a favor de cumplir varios instrumentos internacionales para la protección de los derechos de los niños. Desde 1961, se establecieron los centros de educación inicial, así como las guarderías, para proporcionar educación, una nutrición adecuada y servicios de salud para los niños cubanos. Asimismo fueron creados un grupo de programas para dar seguimiento a enfermedades propias de la infancia y otras a lo largo del desarrollo humano, y propició esquemas de vacunas para erradicarlas.

La inscripción de nacimiento se considera una medida de protección infantil coordinada por el Ministerio de Justicia y el Ministerio de Salud Pública. Con ello se vela por su identidad y el correcto manejo de un parto, pues la gran mayoría de los nacimientos del país ocurren en centros sanitarios que ofrecen la inscripción de nacimiento.

Sirva este día para amar más a los pequeños duendes del hogar y establecer para ellos políticas imprescindibles. Promovamos y celebremos esos derechos en este Día y construyamos un ambiente amistoso para la infancia en todo el mundo a través del diálogo y la acción.