Después de los incendios, Australia sufre inundaciones.

Según la información ofrecida por los medios locales, las condiciones meteorológicas han sido extremas principalmente en Canberra, Nueva Gales del Sur y Victoria donde se han reportado intensas lluvias, granizos y tormentas.

 

En un inicio, las precipitaciones fueron bien recibidas porque estaban ocurriendo en las zonas afectadas por los incendio y esto ayudaría a sofocarlos.

 

Sin embargo, ahora la preocupación aumenta porque las lluvias generaron inundaciones repentinas, en Nueva Gales del Sur y Victoria, lo que podría complicarse por la escorrentía de escombros que dejaron los siniestros.