En línea con el deber y la luz
Janoy Bernard Dorado y Didier Hernández Rodríguez son dos de los trabajadores reconocidos al cierre de la etapa de recuperación tras el huracán Rafael, por la UEB San Cristóbal, perteneciente a la Empresa Eléctrica Provincial. Ellos son linieros de brigada y hoy comparten sus historias y pasiones.
Janoy no espera preguntas, cuenta con orgullo y satisfacción estampados en su rostro:
“Soy graduado del 2001 y, graduandome, a los tres meses pasó el huracán Michel por Matanzas, para allá fui y de ahí para acá me he perdido bastante poco de estas fases recuperativas posteriores a huracanes. El ciclón Gustav en el año 2008 ha sido una de las experiencias más intensas, porque fue uno de los más devastadores. A nosotros nos tocó aquí y cuando terminamos salimos también para Pinar del Río.”

– ¿Cuántas horas del día dedican ustedes al trabajo en etapas como esas?
“De las 24 horas que tiene la jornada, en esos tiempos nosotros normalmente trabajamos hasta que podamos ver, no solo con la luz natural. Si tenemos iluminación artificial estamos trabajando hasta las 11 de la noche o más, tratamos de estar hasta que terminemos. Llegamos a un barrio y lo de nosotros es dar corriente. Si hay que seguir porque es la meta del día, hasta la hora que sea nos mantenemos trabajando”.
– ¿Es un trabajo complejo el de liniero, qué medidas toman para protegerse unos a otros?
“A nosotros nos enseñan en la escuela que la protección de uno la hacemos nosotros mismos, pero también somos una familia. Si mi compañero está arriba del poste y yo estoy abajo, estoy a la espectativa, pendiente de todos los detalles y si es necesario le aviso: Oye mira, no levantes la mano, cuidado cn esto o con aquello, te puedes dar con el instrumento en la frente; cosas así. Nos protegemos entre nosotros, porque somos una familia y a la familia hay que protegerla. Es un trabajo bastante complicado el que hacemos, porque tenemos la peligrosidad de la altura, tenemos la peligrosidad de la corriente, hay mucho en contra, por eso tenemos que cuidarnos tanto”.
-Llevas casi 25 años como liniero. ¿Qué atractivos tiene también lo que haces para mantenerte?
“A mí me gusta a mi trabajo, es arriesgado, pero me gusta porque es lo que yo sé hacer y soy una persona que no puedo estar tranquilo en un lugar tanto tiempo, nosotros nos movemos bastante, no es algo estático, lo mismo estamos aquí en San Cristóbal que estamos en Santa Cruz, por poner un ejemplo. Además, devolver el servicio eléctrico a la población a mí me da tremenda alegría. Cada vez que llegamos a un pueblo o barrio, donde sea que no haya corriente, aunque nosotros pasemos trabajo; me da satisfacción ver la alegría de las personas cuando le devolvemos la corriente”.
– ¿Siente que siempre lo agradecen?
“Sí, sí, sí. Bastante. Para qué te voy a decir, colaboran cuando estamos trabajando cerca de sus casas, por lo general es así”.
-¿Yqué opinión cree que tenga la la población sobre el trabajo de los eléctricos?
“De nosotros creo que deben tener muy buena opinión, porque lo que hacemos es darle a ellos la felicidad de la corriente cuando podemos. En estos tiempos difíciles hay muchas limitaciones con recursos. Sabemos que hay problemas económicos, pero lo de nosotros es prestar el servicio. Tratamos por todos los medios de brindarlo. Si hay un bajante que se partió y no tenemos bajante, intentamos buscar un pedacito, empatar, buscar una solución y dar servicio”.
-Por su parte, Didier llegó a la Empresa Eléctrica desde otra ocupación, pero repite una y otra vez que siempre quiso ser liniero y…lo logró:
“Yo soy liniero desde el año 2015, pero ingresé a la Empresa Eléctrica en el año 2007 en otros trabajos. Con el tiempo me hice liniero en la primera oportunidad que tuve porque desde que empecé ese era mi propósito, pero no fue hasta el año 2015 que pude lograrlo. Antes, me desempeñé como podador, después pasé un curso de técnico en redes y sistemas. En aquel tiempo, por la edad, no podía ingresar a las filas de los linieros, tenía 25 años y en ese momemto el límite era hasta 23. Pero seguí deseándolo, se me dio la oportunidad más adelante y aquí estoy”.
-Desde ese momento seguro has participado en varias etapas de trabajo intenso por situaciones excepcionales; ¿qué podría destacar de ellas?
“Cuando el ciclón Gustav, aunuque todavía no era liniero, aquel proceso de recuperación fue para mí una escuela, pude percibir, ver cómo trabajan los linieros, de hecho, trabajé hombro a hombro con ellos. Se empezaba bien temprano hasta altas horas de la noche. De ahí en lo de adelante hacia acá he vivido mucho de eso, me he traslado a otras provincias y así he podido cumplir lo que anhelaba”.
-¿Cómo actúan cuando la naturaleza u otra circunstancia los pone a prueba?
“Después de estos eventos se empiezan a evaluar los daños de la zona, se recorren las líneas, primero según los niveles de voltaje, las líneas más importantes, las de transmisión, se empiezan a recorrer y se evalúan los daños. Ya hay un sistema y una infraestructura creada para que sea inmediata la movilizaión de nosotros, para eso una cantidad grande de personas contribuyen y la recuperación se logra últimamente cada vez en menor tiempo”.
-¿Qué sucede en tiempos de normalidad con los linieros?
“Hay un horario de trabajo a seguir que es desde las 7 y 30 de la mañana, normalmente hasta las 5 y 30 de la tarde. Se hacen labores de mantenimiento, de reconstrucción de líneas. Debía hacerse así el año entero con el objetivo de que hayan menos interrupciones, porque la empresa eléctrica tiene como objeto social brindar un servicio ininterrumpido de electricidad, pero las condiciones actuales del país no permiten lograr eso; aún así, el liniero va todos los días para tratar con los recursos que hay, de mantener las prestaciones con la mayor calidad posible”.
“También cuando se reportan averías hay un sistema montado en la empresa, se le llama guardia eléctrica y funciona 24 horas, es por turnos. Está la guardia eléctrica que es una pareja de guardia al servicio de solucionar averías, cualquier tipo de interrupción aunuqe sea un solo cliente sin corriente y mandan una brigada si es de gran envergadura. Entonces se trabaja hasta la hora que sea, de madrugada también. Es más riesgoso por la noche, pero el objetivo es devolver el servicio”.
-El país ha sufrido últimamente contingencias energéticas por la desconexión total del sistema nacional, ¿de qué manera se actúa en esos casos?
“El restablecimiento en este caso es una operación que rige el despacho nacional de carga, ¿qué función cumplimos nosotros? Nos regimos por ellos, que están a cargo. Nosotros para hacer cualquier trabajo en línea necesitamos comunicarnos con ellos en caso de desconexiones, no nos ha tocado hasta ahora porque más bien lo que ha sucedido tiene que ver con fuentes generadoras y no con líneas eléctricas aéreas. Tras el paso del huracán Rafael se desconectó todo el sistema nacional y al recuperralo, se quedó fuera Pinar del Río porque se afectó una línea de transmisión grande que desconectó a toda esta parte occidental, entonces nosotros nos movilizamos y trabajamos en esa línea y fue bastante complicado porque se disparó varias veces hasta que pudimos lograr el objetivo. Cuando no nos ha tocado trabajar siempre estamos pendientes, eso le quita el sueño a todo el mundo hasta que vuelve la normalidad.
Por desconocimiento quizás la población en ocasiones se imagina que no se está haciendo nada por mejorar la situación, entonces cuando las personas están quejándose porque no tienen electricidad, nosotros estamos en las líneas trabajando duro. Eso generalmente lo saben los familiares de nosotros solamente porque no estamos en la casa”

-¿Usted es el único liniero que hay en su familia?
“Hay otro más, de Candelaria, municipio vecino, somos primos, es liniero especializado y trabaja en la guardia eléctrica, pasamos el curso juntos, aunque yo llevaba más tiempo que él en la empresa. A mí siempre me ha gustado estar en las alturas, pero sentía temor por la electricidad y sus riesgos. Con el tiempo fui aprendiendo que no hay que tener miedo, solo hay que trabajar seguros, entonces la satisfacción de cuando uno pone corriente, ver el trabajo cómo queda, la alegría de las personas; eso a mí me ha motivado siempre y me sigue motivando”.