El ingenio musical de Enrique Jorrín

Enrique Jorrín desde muy pequeño se dedicó al estudio de la música. A los 12 años escribió parte de Osiris, uno de los danzones clásicos de la música cubana.

Inicialmente fue violinista de la orquesta del Instituto Nacional de la Música. En 1941 ingresó en la orquesta danzonera Hermanos Contreras, donde se adentró en el cultivo de la música popular.

Luego pasó a la orquesta de Arcaño y sus maravillas. Estando en la orquesta América en los inicios de la década del cincuenta del siglo XX, creó la nueva forma musical bailable denominada Chachachá.

Jorrín fundó la orquesta que llevó su nombre, y un año después partió hacia México con aquel ritmo que arrebató de igual forma en el continente, y que su creador denominó Chachachá por el sonido de los pasos de los bailadores al arrastrar los pies sobre el piso.

Pese a los años transcurridos, el Chachachá no es género olvidado ni en Cuba ni en México ni en otras latitudes. Cuando se celebraron los 25 años de la aparición del Chachachá, el maestro Enrique Jorrín, recibió en México un disco de oro acreditativo de las ventas de sus números más exitosos.

En homenaje a este notable músico, en la provincia Artemisa se celebra un concurso de interpretación que lleva su nombre.