Educar define a la maestra Yoandra
Yoandra Pérez Verdera es educadora de la primera infancia. Su trayectoria inició en el 2000 como parte del colectivo del círculo infantil Los pinitos en el consejo popular José Martí de San Cristóbal. Se le percibe muy joven desde un carisma reconocible, pero ya cuenta medio siglo de experiencia en el desempeño de su labor. Una entre los tantos trabajadores cubanos que tiene motivos sobrados para celebrar este Primero de Mayo.

“Me inspira el amor que siento por los niños, esta es una profesión que conocía bien desde el seno familiar, pues mi mamá se mantuvo dentro del sector durante 40 años, fue mi guía y mi motor impulsor”.
-¿Con qué edades ha trabajado desde que comenzó este camino?
“Trabajo con niños de 5 a 6 años. El preescolar es mi especialidad”.
-¿Qué cree no debe faltar en la pedagogía para tratar con niños de estas edades?
“Entre las cosas que no deben faltar está el aprendizaje lúdico, o sea, incorporar juegos y actividades que hagan el aprendizaje divertido y atractivo para ellos. También la estimulación sensorial que involucre los sentidos, como puede ser la música, el arte en general y juegos táctiles para desarrollar la creatividad y la curiosidad. Por supuesto que hay otras y se van actualizando con la evolución de los tiempos y la sociedad”.
-¿Qué es lo más bonito o gratificante de su labor?
“Para mí lo significativo es ver el resultado de mi trabajo y el desarrollo alcanzado por ellos, mis niños, para comenzar la etapa escolar. Además, con la familia se mantiene empatía y buena comunicación, le damos un papel protagónico en el proceso educativo, muchas veces con un apoyo incondicional hacia nosotros a partir de las condiciones del hogar”.
¿Cuánto cree que la institución aporta al bienestar de las familias y a la formación de las nuevas generaciones hoy?
“Está claro que no estamos solamente para cuidar a los niños de las madres y padres trabajadores, sino para lograr el máximo desarrollo integral posible, desde su nacimiento hasta los 6 años”.
¿Cómo llega a esta profesión?
“Al terminar mi bachillerato realicé las pruebas de ingreso a la Universidad y fue lo que pedí en primera opción, pude estudiar entonces esta carrera que amo”.
¿Cuáles son ahora sus principales motivaciones para seguir después de tantos años?“Mis motivaciones tienen como origen que continúo con el mismo amor y la misma pasión hacia mi profesión y un gran compromiso con el sistema educacional. Lo que hago ocupa un espacio especial en mi vida. Volvería a elegir esta labor, sin dudas. Ser maestra me define”.