Manualidades, también una terapia para ganar en salud +(Fotos)
Yaíma Pérez Pérez es una psicóloga que encontró en la artesanía otro modo de promover y propiciar salud. Lo que inició como herramienta y terapia dentro de sus consultas, toma hoy forma y ambiente de proyecto comunitario en el consejo popular Ramón López Peña de San Cristóbal.
Su vida laboral transcurre como profesora de la Filial de Ciencias Médicas Manuel Piti Fajardo, pero pone su profesión en armonía con una afición compartida y se cuestiona a diario: ¿Cómo favorecer el bienestar psicológico a través de las manualidades al interior de su comunidad? Va más allá y aporta respuestas, soluciones a esa inquietud, que ya no es solo suya y se ha convertido en tarea de muchos. Para diferentes grupos etáreos está pensado un movimiento de artesanos y aficionados a la artesanía en diferentes manfestaciones.
Así se han unido por ejemplo, quienes diseñan productos de fiesta como piñatas de cumpleaños, quienes confeccionan artículos utilitarios y decorativos, tejedoras y tejedores, creadores de atuendos que complementan el vestir como pulseras, collares, gargantillas, accesorios variados, juguetes, souvenirs y todo tipo de productos hechos a mano.
Juntos, busacan fomentar el desarrollo emocional y social de los participantes, a través de actividades creativas, proporcionar un espacio de seguridad para la expresión personal y la interacción social, promover habilidades motoras y cognitivas adaptadas a cada grupo y también la cohesión comunitaria y el apoyo, compartir materiales, hacer tareas de manualidades de conjunto.
Nombres como Idelmys, Suni, Yaismelys, Yeranys y Yandy (promotor cultural del consejo) lideran el movimiento que atrae a muchos otros a querer ser parte.
Voces que aman cuanto las manos crean
Yeranys Vilaut Barrera, cuenta que trabaja en la posta médica de esa localidad, pero que siempre dedica un poco de su tiempo a las manualidades y decoraciones infantiles, ya sean con foami, pomos plásticos o cartón, y estar junto a otras personas que comparten esta pasión es muy gratificante:
“En mi caso, desde muy temprana edad hacía estas cosas, siempre con el fin de ayudar a niños que no tenían juguetes, cumplir con sus sueños infantiles de carritos y otros; principalmente a mis sobrinos, vecinitos, para que ellos se sintieran bien con juegos en la casa. Hace un tiempo quise desarrollar la artesanía desde la decoración infantil. A esta profesión entrego mis habilidades, a lograr productos únicos hechos con mis manos, siempre he tratando de que los niños se identificaran con mi trabajo. Cada uno es diferente, es especial. Me despeja, me hace sentir única en ese momento. Y esa alegría, esa risa, ese: gracias qué lindo, de los niños cuando ven una piñata, eso llega al alma. En lo que hago me siento bien, me encanta”.
Por su parte, la jovencita Yaismelys Gil Pulido, graduada de técnico medio en Informática y profesora de Computación en la escuela primaria, trabaja con los adolescentes sobre todo en la creación de “pulseras de amistad”. Ella asegura: “las manualidades nos generan gran satisfacción ya que ayudan a aliviar el estrés y a mí en lo personal me relaja. También me satisface ver mis creaciones en hogares, escuelas, que en un pequeño rinconcito esté mi arte, mi esfuerzo, dedicación y el amor con el que lo desempeño. Esto que hacemos ayuda a fomentar el respeto y la amistad entre círculos sociales, las pulseras para amigos crean vínculos fuertes entre ellos. Para los artersanos es importante el trabajo en equipo para así ayudarnos, aconsejarnos y hacernos críticas constructivas que eleven la calidad de nuestros trabajo. Inspiramos a otros a mostrar su arte al público, surgen nuevos artesanos y se multiplica la belleza”.
Mientras, Idelmis Valdés González, presidenta del colectivo de artesanos de la comunidad, se refiere a la importancia de las manualidades en ese entorno y en las habilidades del adulto mayor, pues desarrollan el intelecto: “a mí el arte de las manualidades me ha ayudado muchísimo, es una actividad que distrae y que te aporta destrezas y una experiencia diferente en cuanto a la interacción con las personas. Atendí a un grupo de adultos mayores aquí, les impartía un tallercito de manualidades que con los abuelitos dio buenos resultados, porque les levantó mucho la autoestima, les ayudó a sentirse útiles, crear con sus propias manos muchas cosas y se sintieron entonces bien en este sentido. A mí me gustaría que este proyecto creciera, tener la oportunidad de atender diferentes tipos de áreas o esferas de la vida del ser humano”.
Han trabajado también el arte del mural y de esta manera, cumplen el propósito de ambientar la comunidad desde la cratividad colectiva. Como emplean todo tipo de material, se beneficia además, la actividad del reciclaje. Asesoran a los más pequeños para que puedan lograr más destrezas a la hora de realizar una maqueta u otro tipo de deberes que son tradicionales en nuestras escuelas.
Son útiles en este caso, las habilidades de los más jóvenes con las tecnologías de la información y las comunicaciones, así como los intereses y escenarios donde acostumbran a invertir su tiemo en la actualidad. Usan, por ejemplo, la aplicación de Tik Tok para promover contenidos sobre cómo hacer pulseras y diversos artículos del gusto de los adolescentes y otras generaciones juveniles o no.

A los adultos mayores que han estado aislados en la comunidad por enfermedades o que están solos por causas como el proceso migratorio, también se les convoca. Al decir de la Máster en Ciencias Yaíma Pérez: “Les llamamos a interactuar y, por ejemplo, a que traigan piezas para arreglar y se le hacen las costuras, por el simple hecho de ayudarles y para que también se distraigan, participen y se sientan incluidos”.
Terapia útil y placentera
Confiesa la psicóloga que esas actividades las hacen de manera prácticamente empírica, espontánea puede ser un término más certero: “se sabe que respondemos a un proyecto que soñamos todos juntos, pero que es una idea que no está aprobada o institucionalizada, no es algo oficializado por alguien, ni tiene un respaldo económico, funciona como un deseo llevado a la práctica. Trabajar en equipo nos fortalece, cuando uno tiene un problema puede contar con el equipo, se siente como una familia y las puertas están abiertas siempre, para darnos ideas, elogiarnos, darnos sugerencias, ánimo”.
Ella propone actividades para realizar de acuerdo a las edades:
– En la etapa escolar, creación de maquetas, trabajo con limpiapipas, goma eva, perlas, semillas, flores de papel, dibujos en piedras, pintura de murales, creación de pulseras, elaboración de títeres, proyectos de arte en grupo.
Esto mejora la autoestima y la confianza a través de la creación. Fomenta el trabajo en grupo y la resolución de conflictos. Los niños en esta etapa desarrollan habilidades cognitivas más complejas y comienzan a entender mejor las emociones propias y ajenas, lo que se potencia con actividades colaborativas, asì como se fomentan habilidades sociales.
En los adolescentes, talleres de manualidades, diseño de camisetas con papel, creación de un blog, tik tok. Facilitan la autoexpresión y la exploración de identidad. Promueve la comunicación abierta y el apoyo entre pares. La adolescencia es una etapa crítica para el desarrollo de la identidad y la autonomía; las manualidades pueden servir como una forma de canalizar emociones y pensamientos.

En los adultos, talleres en los que pueden aprender a crear adornos para el hogar, cosas necesarias y que embellezcan. Como beneficios se proporciona un espacio para desestresarse, impulsar la creatividad y crear conexiones sociales. Ayuda a mejorar la salud mental. Los adultos pueden experimentar estrés laboral y personal; las manualidades ofrecen una vía para la relajación y el bienestar emocional, para favorecer las relaciones de amistad.
Mientras, en los adultos mayores las actividades pueden ser el tejido, manualidades con materiales reciclados, y con materiales de todo tipo, se les puede enseñar a trabajar con el papel crepé, con la goma eva, entre otros. Mejora la motricidad fina, estimula la memoria y promueve la socialización. Contribuye a reducir sentimientos de soledad. En esta etapa, es fundamental mantener la actividad cognitiva y social; las manualidades ayudan a mantener la mente activa y a crear vínculos intergeneracionales.
Manualidades, razones de una vida
A esta mujer que trabaja, disfruta y crea, preguntamos sobre la génesis de tales inquietudes y así lo ha contado, pues los resortes son múltiples, aunque todos con la misma fuerza populsaron hasta aquí sus energías:
“Durante el proceso de confinamiento por la Covid 19 nosotros creamos grupos de Whatsapp porque estábamos haciendo investigaciones vinculadas a qué acciones hacía la familia para el cuidado de la salud física y emocional del niño en etapa escolar. Entonces se hacían grupos de Whatsapp fundamentalmente como canal de comunicación, para el trabajo con la escuela primaria, la escuela secundaria, para darles orientaciones a los padres de qué actividades sobre la práctica de manualidades se podrían hacer con cada grupo etario e intercambiábamos: ¿qué estás haciendo con el niño y cómo eso favorece bajar los niveles de ansiedad o hiperactividad, o de depresión, en ese espacio de confinamiento?. Les invitábamos a cuestionar cómo gestionaban los cuidados emocionales que eran muy difíciles, porque generalmente nos preocupábamos más por bajar la fiebre o porque no tuviera el niño ningún síntoma de enfermedad física y no nos preocupamos tanto por la esfera emocional. Por otra parte, para la mayoría de los adultos, su actividad rectora es la actividad laboral y en ese momento estaban más enfocados en el cuidado a la salud física de los miembros de la familia y era complejo”.

“Desde antes de la pandemía teníamos experiencia con este tipo de dinámicas, incluso de hacer biblioterapia, es decir, que nosotros aplicamos cuentos terapéuticos con niños que vienen a la consulta de psicología (yo estaba de psicóloga del grupo básico de la comunidad Ramón López Peña entonces). Se hacían grupos de psicoterapia infantiles y se trabajaba con los padres y también con los hijos. Habían profesionales que interactuaban con los padres, incluso se hacían procesos de preparación de otros psicólogos, de psicopedagogos, de los bibliotecarios de la escuela primaria que también nos ayudaban y participamos en actividades relacionadas con que la familia y el niño presentaran propuestas por la jornada dedicada a José Martí o la jornada por el 8 de marzo, a todas las fechas conmemorativas. Se iban presentando exposiciones a partir de manualidades y craciones literarias. Ahora esto lo hacemos en un contexto ya diferente, recientemente, por el día del amor celebramos la jornada Febrero enamorado”.
“En mi área de actuación estas prácticas respondían, por ejemplo, a cosas que yo hacía de manera empírica y que sabía que iban a favorecer el bienestar emocional de los pacientes que acudieran a la consulta, como terapia, como un espacio en que la persona se sabía que iba a canalizar todas esas emociones negativas que repercutirían en su estado afectivo fundamentalmente. Es muy bueno ver después como va creciendo la motivación y se convierte en algo bello lo que comenzó como una posible solución a un problema de salud. Así sucede cuando un niño tiene, por ejemplo, un trastorno con el tiempo de descanso y le animamos a la confección de atrapasueños, así encuentra razones agradables para la propia resolución o cambio de conducta”.
“Los beneficios: fomentar la motricidad fina, la creatividad y la expresión emocional. Ayuda a desarrollar habilidades sociales desde etapas tempranas. A esta edad, los niños están en una fase de exploración y juego simbólico, lo que les permite expresar sus emociones y entender su entorno”.
“Y personalmente, el interés por hacer manualidades surgió desde que era muy joven, aunque en estos momentos, ciertamente, el aspecto económico es importante dada la comercialización de algunos de los artículos que realizo, en otras etapas del desarrollo de mi vida, me gustaba mucho participar en todas las actividades que tenían que ver con las artes plásticas, también escribo poesía, cuentos. Si voy a felicitar a alguien por el cumpleaños, lo hago de alguna de esas formas; escribir, tratar de crear algo diferente”.
“Lo empecé a tomar más en serio o de manera más sistemática desde el año pasado. Antes, además de ser parte de mis tratamientos en consulta, lo hacía con mi niño, porque a él le gustan las manualidades, más el barro y lo que tiene que ver con el origamis y todas esas cosas. Hoy mi hijo tiene 15 años, pero siempre, desde pequeño tuvo dificultades para expresar afecto y yo también tengo dificultades para expresar los afectos, entonces para conectar con otras personas, para socializar, para demostrarle cariño a otras personas, empleamos las manualidades, funciona”.
Enfrentarse a un proyecto creativo le enseñó a adaptarse y a encontrar soluciones, lo cual es una habilidad valiosa para la vida, completar un proyecto manual nos proporciona un sentido de logro y satisfacciòn personal, lo que mejora la autoestima. Cuando nos conectamos con una tarea creativa nos desconectamos de nuetras preocupaciones, seguimos aprendiendo y nos anima a asumir nuevas tareas y retos. Quisiera que otras familias pudieran contar con los beneficios que brindan.
“He comprobado que cuando involucras a uno de los miembros de la familia ya sea, niño, adolescente, joven o adulto mayor, el resto de los convivientes se involucra y es una meta de todos que ayuda a cuidar la salud y el bienestar de las familias, a medida que nos consolidemos como proyecto, cuidaríamos la salud y el bienestar de las familias de nuestra comunidad”.
“Detrás de esta práctica artesanal está también el interés de ninvestigar. Cuando presento algo a alguien ya sea una orquídea, un cuadro, una flor de papel, investigo las características, de dónde surgió, de qué país es y entonces la persona también se motiva más para adquirirlo o comprometerse a hacerlo junto con nosotros”.
“Hay que emplear un poco de tiempo a las manualidades, mucho en ocasiones, del que no disponemos tanto, pero es algo que también permite la relajación, en medio de todo este contexto de contingencia energética, de las condiciones económicas difíciles en las que vivimos, nos permiten recrearnos, hacer algo que nos guste. Yo estoy siempre motivada por ir a hacer las manualidades, así como otras personas que se han comprometido en apoyarme, levantarme cuando he tenido cansancio y profesoras de la filial de Ciencias Médicas que también se dedican a las manualidades y somos como un equipo”.
“El acercamiento a este mundo se dio, además, cuando estaba haciendo la tesis de maestría en la atención a niños víctimas de negligencia como tipología de maltrato infantil, y entonces me acercaba más a los procesos vinculando a educadores o con tutores de resiliencia. ¿A qué llamamos tutores de resiliencia? A las personas que están dispuestas a brindar el apoyo, el cuidado, el afecto a ese niño que no lo recibía de la familia, lo estaba recibiendo de otra persona que sí quería brindar esos cuidados y a través de las manualidades generalmente. Hacíamos actividades que tenían que ver más con el dibujo, con la aplicación de cualquier tipo de manualidad, hacer cualquier cosa en la que ellos generaran un producto y que ese producto también fuera para otras personas, para ellos mismos, para las tareas de la escuela”.
Del encanto personal al bienestar colectivo
“Todas esas experiencias vividas intento ponerlas al servicio de algo que beneficie a más personas.Tengo que asesorarme bien sobre el trabajo comunitario, pero me parece bueno que en la comunidad de López Peña exista un proyecto que vincule el bienestar psicológico a las manualidades y que está dirigido a todos los grupos de edades. Entonces las tareas de la escuela, las maneras de resolver ciertos problemas o situaciones, se hacen disfrutables, placenteras”.
“Es un mundo maravilloso y con cada persona he aprendido y he logrado hacer lo que ni yo misma me creía capaz, eso fortalece sin dudas, mi bienestar y el de este lugar”.
“Hay muchos dispuestos a trabajar, porque hace tiempo funcionamos como equipo, incluso para la atención a cuidadores, favorece el desarrollo del bienestar emocional en cuidadores, es decir un entorno generado para apoyarnos unos a los otros desde varios ámbitos”.