Los retos de un hogar materno ¿pequeño?
El hogar materno de Candelaria puede resultar pequeño con sus 12 capacidades y la estructura simple de una vivienda común, pero la calidadad del trato, la atención médica y los servicios de alimentación, le hacen obra grande y decisiva para los buenos resultados del Programa Materno Infantil (PAMI) en el municipio.
Llegamos un día cualquiera a la institución y encontramos a un grupo de embarazadas viendo la televisión, mientras una de las enfermeras preparaba su clase sobre parto respetuoso.
En la provincia Artemisa ya es una línea de trabajo el estudio y perfección de prácticas para el éxito y la humanización cada vez mayor del proceso de alumbramiento.
La doctora del hogar y todas las enfermeras nos fueron aportando, casi todas a la vez, sus conocimientos y percepción acerca del tema:
“Ellas merecen un parto respetuoso, que se les atiendan sus miedos y necesidades en ese momento, que se les expliquen dudas y se les asesore amblemente en su condición de embarazadas todavía. Por eso aquí reciben clases prácticas y teóricas. Este tema del parto respetuoso también tiene que ver con prepararlas a ellas físicamente para ese momento”.
“Durante seis clases en total se abordan diferentes temáticas, cada sesión tiene su apartado para la respiración a la hora del parto. No se trata solo de que conozcan sus derechos y que aprendan a exigirlos, sino también que ellas mismas colaboren con una conducta adecuada”.
Aquí se les entrena en procedimientos para cada período del parto como la presión psicológica, el manejo del dolor, entre otros, que forman parte de la psicoprofilaxis del parto y tiene una contextualización más amplia dentro del programa de maternidad y paternidad responsable.
En el intercambio con las gestantes nos encontramos a la joven Diancy, dispuesta a mantener la disciplina y dar el ejemplo entre sus compañeras:
“Estoy aquí ingresada hace casi dos meses. Tuve una modificación en el cuello del útero, entonces me tuvieron que colocar el pesario para que mi bebé no sufriera daño alguno y no tuviera riesgo de perderlo”.
-¿Cómo ha sido la estancia aquí?
“La estancia ha sido bastante buena. Aquí los médicos son muy cariñosos con nosotras, las enfermeras ni hablar, todo el personal nos atiende muy bien”.
-¿La alimentación, cómo valoras la calidad?
“La alimentación es bastante estable, dado el problema que tiene el país, puede que no sea de lujo, pero lo normal que puede ofrecer un hogar materno: desayuno siempre, todas las comidas al día, la merienda a las 10 de la mañana, luego el almuerzo, la merienda de las 3 de la tarde, después la comida y la merienda de por la noche”
-Y el rigor con la dieta y la disciplina, ¿a usted cómo le va con eso?
“A veces hay personas que no tienen conciencia de la importancia que tiene permanecer en un hogar materno pero yo ya llevo un tiempo aquí y estaré el tiempo que sea necesario, hasta que mi bebé, si Dios quiere, salga pronto. Tengo hoy 33 semanas. Con 25 años este no es mi primer embarazo, había perdido un embarazo hace un año por una preeclampsia con 26 semanas, el bebé no pudo sobrevivir, entonces sé que todo cuidado es poco”.
Para ella y todas las embarazadas que permanecen en el hogar, hay un equipo de asistencia médica comprometido con su labor y de una experiencia avalada por años de trayectoria en la atención obstétrica.
Una buena noticia según la directora municipal de Salud en Candelaria, Idalys de Armas Romero, es que ya se culminó el proyecto de la inversión para la construcción del materno, pues el hogar es hoy una casa adaptada para 12 pacientes y hay por tanto, hacinamiento, un solo baño, las condiciones del comedor no son las adecuadas.
El sueño ya está más cerca, con la tarea próxima y concreta de hacer un hogar materno amplio para las embarazadas, donde ellas se sientan como en una extensión de su propia casa. Este sitio merece mejores condiciones para seguir tributando a los logros del programa materno infantil en forma de salud y calidad de vida.